Alexa Torres, víctima de acoso sexual por parte del sacerdote Silvestre Olmedo en 2016, ha presentado su caso ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de las Naciones Unidas (Cedaw). La joven paraguaya, que tenía 20 años cuando ocurrieron los hechos, busca que el organismo internacional dicte medidas de reparación y no repetición, tras agotar todas las instancias judiciales en su país.
El Consultorio Jurídico Feminista (CJF) y Synergia-Iniciativas para los Derechos Humanos, representantes legales de Alexa, argumentan que hubo obstaculización en el acceso a la justicia e impunidad en el caso. Según las abogadas Mirta Moragas y María José Durán, la falta de perspectiva de género y la aplicación de estereotipos contribuyeron a que no se hiciera justicia para la víctima.
Se trata del primer caso de este tipo que se presenta ante Cedaw contra el Estado paraguayo. Con esta acción, Alexa y sus representantes esperan que se siente un precedente que permita mejorar el acceso a la justicia para las mujeres víctimas de violencia en el país.
La campaña “¿Dónde está la justicia?” busca evidenciar las trabas, falencias y tiempos excesivos por parte del sistema judicial paraguayo que derivaron en la impunidad del sacerdote acusado. A través de una página web, se pondrá a disposición una línea de tiempo con los hitos más importantes del caso.
Alexa Torres era coordinadora de la Pastoral Juvenil de la iglesia de San José de Limpio cuando fue víctima de acoso sexual por parte de Silvestre Olmedo en 2016. Tras agotar las instancias eclesiales sin obtener respuestas satisfactorias, incluso por parte del entonces arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, la joven decidió formular una denuncia penal.
El caso fue juzgado por acoso sexual y Alexa atravesó dos juicios orales en más de seis años. En el primero, Olmedo resultó absuelto, pero tras la anulación del juicio gracias a la acción de las abogadas y en medio de movilizaciones sociales, se logró una condena en un segundo proceso. Sin embargo, el sacerdote volvió a apelar y un tribunal dictaminó que la condena era nula.
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Las representantes de Alexa presentaron un recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia, pero la inacción del máximo tribunal sobrepasó los plazos jurídicos, lo que derivó en la extinción de la causa y la impunidad definitiva para Silvestre Olmedo.
Ante este escenario, llevar el caso ante Cedaw se presenta como la última esperanza de Alexa Torres para obtener justicia y reparación. Al mismo tiempo, sienta un importante precedente en la lucha contra la violencia hacia las mujeres y la impunidad en Paraguay.
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El caso de Alexa Torres evidencia las dificultades que enfrentan las víctimas de violencia de género para acceder a la justicia en Paraguay. La falta de perspectiva de género, los estereotipos arraigados y las demoras injustificadas en los procesos judiciales son algunos de los obstáculos que deben sortear las mujeres en su búsqueda de justicia y reparación.
Fuente: Última Hora
