El abogado Javier Sosa, condenado a tres años de cárcel por violencia psicológica, inició una huelga de hambre como medida de protesta ante la mora en el tratamiento de su pedido de revisión de la condena. Sosa, recluido en el penal de Emboscada, tomó esta decisión debido a la falta de resolución por parte de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, que hasta la fecha no ha estudiado su solicitud de revisión.
Alejandra Peralta, abogada de Javier Sosa, explicó que su cliente se vio obligado a iniciar esta medida extrema luego de esperar más de un año sin que su recurso de revisión sea tratado. “Javier Sosa es un abogado, trabajador y padre de familia, condenado injustamente por violencia psicológica. Desde agosto de 2023, la Sala Penal de la Corte no resuelve el recurso de revisión presentado”, declaró Peralta.
La abogada lamentó que la máxima instancia judicial aún no haya resuelto la revisión planteada por el condenado, considerando que se suma a la lista de expedientes que caen en mora judicial, lo que perjudica gravemente a los justiciables. Peralta resaltó que la situación de mora afecta no solo la justicia, sino que también puede poner en riesgo la vida de las personas afectadas por el retraso de las decisiones judiciales.
Javier Sosa es un abogado, trabajador y padre de familia. Condenado injustamente por “violencia psicológica” a 3 años de cárcel. Ayer tomó la decisión de iniciar una HUELGA DE HAMBRE, saben por qué? Porque desde agosto del 2023 es decir hace más de 1 AÑO la SALA PENAL de la CSJ… pic.twitter.com/QT5WR751w8
— Alejandra Peralta Merlo (@aleperaltamerlo) September 17, 2024
La defensa de Sosa ya ha comunicado a la Sala Penal de la Corte sobre la huelga de hambre iniciada por el abogado. La situación, que ya ha generado preocupación, podría poner en riesgo la salud de Sosa si no se toman medidas inmediatas para atender su caso. “La mora judicial mata la esperanza, la justicia, la salud, y hasta pone en riesgo la vida de las personas en algunos casos”, subrayó Peralta.
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Javier Sosa permanece en el penal de Emboscada mientras aguarda una respuesta de la Corte Suprema. Su defensa insiste en que la condena de tres años impuesta por violencia psicológica fue injusta y que su cliente tiene derecho a una revisión de su caso. La huelga de hambre es vista como un último recurso para llamar la atención sobre la falta de resolución en su expediente.
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El caso de Javier Sosa pone de manifiesto los problemas estructurales del sistema judicial paraguayo, donde los largos períodos de espera para la resolución de casos afectan negativamente tanto a la justicia como a la percepción pública del sistema. La huelga de hambre del abogado no solo denuncia una situación personal, sino que también refleja la urgencia de reformar y agilizar los procesos judiciales en el país.
Fuente: Judiciales.net