Segundo intento de asesinato a Trump plantea dudas sobre seguridad

Washington D.C. Un segundo intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump en menos de dos meses ha encendido nuevamente las alarmas sobre las capacidades del Servicio Secreto para garantizar la seguridad de figuras públicas de alto perfil. El más reciente incidente ocurrió en el club de golf de Trump en West Palm Beach, Florida, cuando un hombre armado con un rifle semiautomático intentó acercarse al exmandatario. La rápida respuesta de los agentes evitó una tragedia, pero dejó al descubierto fallas importantes en el perímetro de seguridad.

El Servicio Secreto, que ya había sido objeto de fuertes críticas tras un intento de asesinato en Butler, Pensilvania, el 13 de julio, había reforzado sus equipos de protección para Trump. Sin embargo, el hecho de que un tirador haya podido acercarse a una distancia entre 270 y 500 metros del expresidente vuelve a poner en tela de juicio la eficacia de las medidas implementadas tras ese primer incidente.

Funcionarios actuales y anteriores indicaron que la mejora en la inteligencia y el aumento de agentes contribuyeron a evitar un desenlace fatal, pero persisten problemas críticos en la protección de Trump. Uno de los puntos más débiles parece ser la seguridad del perímetro en propiedades que son de acceso relativamente fácil, como su club de golf en Florida.

El hombre armado se escondió entre los arbustos del campo de golf. Fue un agente del Servicio Secreto quien, al notar el cañón del rifle desde otro hoyo, alertó a sus compañeros, lo que derivó en una acción inmediata que evitó que el atacante disparara. El sheriff del condado de Palm Beach, Ric Bradshaw, informó que, aunque la seguridad de Trump sigue siendo sólida, no es tan extensa como la de un presidente en funciones, lo que deja vulnerabilidades.

El hecho de que no sea el presidente en funciones limita las áreas de protección que el Servicio Secreto puede abarcar, señaló Bradshaw. A pesar de esto, elogió la rápida respuesta de los agentes, destacando que este tipo de incidentes pueden servir para reforzar aún más la seguridad en el futuro.

El incidente ha provocado reacciones en el ámbito político. El senador demócrata Richard Blumenthal, quien lidera un subcomité del Senado que investiga la seguridad tras el intento de asesinato en Butler, calificó este segundo suceso como “alarmante y profundamente preocupante”.

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Por su parte, el senador republicano Lindsey Graham, cercano a Trump, destacó la necesidad de destinar más recursos al Servicio Secreto, criticando la gestión actual del Departamento de Seguridad Nacional, que supervisa a la agencia.

Este segundo incidente ha intensificado el debate sobre las crecientes amenazas contra figuras políticas en un entorno cada vez más polarizado. El Congreso ya ha anunciado que llevará a cabo audiencias para investigar posibles fallas en la seguridad del exmandatario, buscando respuestas sobre cómo mejorar la protección en el futuro.

Fuente: The New York Times

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