Una delegación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) se encuentra en Paraguay desde este lunes con el objetivo de verificar el cumplimiento de sentencias que ordenan al Estado paraguayo la restitución de tierras ancestrales a tres comunidades indígenas. La visita, que se extenderá hasta el 20 de setiembre, es parte de un proceso de supervisión para asegurar que las decisiones judiciales sean implementadas de manera efectiva.
Encabezada por el juez de la Corte IDH, Rodrigo Mudrovitsch, la comitiva también cuenta con delegados de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Durante su estancia en el país, los representantes internacionales visitarán las comunidades Yakye Axa, Xákmok Kásek y Sawhoyamaxa, todas ubicadas en el departamento de Presidente Hayes, en el Chaco paraguayo.
La comunidad Yakye Axa fue objeto de una sentencia en 2005 que condenó al Estado paraguayo por la violación de su derecho a la propiedad colectiva de la tierra. A pesar de que en 2012 se entregaron 12.312 hectáreas de terrenos alternativos, los miembros de la comunidad enfrentaron dificultades para acceder a esas tierras debido a la falta de un camino de ingreso, una de las condiciones que será supervisada durante esta visita.
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En cuanto a la comunidad Xákmok Kásek, una sentencia emitida en 2010 ordenó al Estado paraguayo devolver 10.700 hectáreas de tierras ancestrales. Sin embargo, hasta la fecha solo se restituyó una parte, con 7.701 hectáreas entregadas, quedando aún pendientes 2.999 hectáreas. La organización Tierra Viva, que representa a esta comunidad, señaló la lentitud en el cumplimiento del fallo internacional.
Por su parte, la comunidad Sawhoyamaxa, compuesta mayoritariamente por miembros del pueblo Sanapaná, obtuvo en 2006 una sentencia que ordenaba la expropiación de 14.404 hectáreas a su favor. Aunque la restitución de estas tierras se concretó, las condiciones de acceso a servicios básicos y a la infraestructura requerida siguen siendo un desafío que las autoridades aún deben abordar.
La Corte IDH visitó previamente las tres comunidades en 2017, y en esta nueva supervisión busca asegurar que las promesas hechas en las sentencias se cumplan de manera completa. El juez Mudrovitsch y su equipo tienen la misión de observar los avances y retrasos, particularmente en cuanto a la construcción de caminos y la provisión de servicios esenciales para estas comunidades, que siguen luchando por el pleno reconocimiento de sus derechos territoriales.
La Comunidad Xákmok Kásek, ubicada en el distrito de Irala Fernández, Presidente Hayes, inició en 1990 sus trámites de reivindicación territorial. Después de agotar todos los recursos legales en el país, la comunidad recurrió al Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), logrando una sentencia favorable en 2010. Sin embargo, la restitución fue parcial y lenta, lo que generó preocupación entre sus miembros.
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Este tipo de visitas por parte de la Corte IDH son cruciales para garantizar que los derechos de las comunidades indígenas sean respetados y que las decisiones judiciales internacionales sean implementadas en su totalidad.
Fuente: Última Hora.
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