El expresidente de la República, Mario Abdo Benítez, intensificó sus críticas hacia el empresario y líder político Horacio Cartes, afirmando que existe una “guerra declarada” en su contra que data desde hace varios años. Según Abdo, esta confrontación política está enmarcada en un conflicto de poder dentro del Partido Colorado, donde Santiago Peña, actual mandatario, actúa en función de los intereses de Cartes.
Abdo argumentó que, durante su silencio autoimpuesto tras dejar el cargo presidencial, observó con preocupación la falta de autonomía del gobierno de Peña, quien, a su criterio, debería asumir plenamente su rol de presidente. Abdo calificó la bicefalia en el liderazgo del país como un factor perjudicial para las instituciones democráticas y la libertad de expresión, señalando la existencia de pocos actores disidentes que equilibren el poder.
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La controversia también se centró en las investigaciones fiscales que actualmente enfrenta Abdo, particularmente en torno a su declaración jurada de bienes. Según el exmandatario, las imputaciones en su contra son producto de una confabulación entre fiscales y abogados ligados a Cartes, diseñadas con el propósito de destruirlo políticamente. Aseguró que no existen fundamentos jurídicos para las acusaciones y sostuvo que su patrimonio está en regla y dentro del marco de la ley.
Por otro lado, Abdo resaltó la contradicción en el tratamiento de los casos judiciales, afirmando que mientras sus declaraciones son objeto de escrutinio, las investigaciones contra Cartes por diversos casos de corrupción no han avanzado. El expresidente denunció la falta de objetividad en el sistema judicial y sostuvo que la Fiscalía fue manipulada por los aliados de Cartes, lo que contribuyó a la parálisis de las causas que lo involucran.
El exmandatario también se refirió al exvicepresidente Hugo Velázquez, quien fue designado “significativamente corrupto” por el gobierno de los Estados Unidos. Abdo defendió la decisión de Velázquez de retirarse de la candidatura presidencial tras ser señalado por el Departamento de Estado, considerándola como una medida responsable. Sin embargo, destacó que la decisión de Estados Unidos fue soberana y no obedeció a influencias externas.
En cuanto a su propio futuro político, Abdo reiteró su compromiso con la defensa de la democracia paraguaya. Aunque no adelantó nombres para una posible candidatura dentro de su movimiento político, mencionó la posibilidad de que nuevos líderes emerjan en los próximos años. Afirmó que su lucha no es contra el Partido Colorado, sino contra un grupo que capturó las instituciones del país con fines personales y vengativos.
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Finalmente, Abdo descartó la posibilidad de una alianza electoral con la oposición para las elecciones de 2028. Aseguró que su movimiento se mantendrá dentro del Partido Colorado, pero abogó por un “coloradismo” que dialogue y esté abierto a construir consensos nacionales. Su objetivo es fortalecer la democracia y evitar que las instituciones sean manipuladas por intereses particulares.
Fuente: ABC.
