La competencia por los juzgados de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la Capital ha desatado una nueva controversia en el Poder Judicial. En juego están dos ternas clave, compuestas por relatores de ministros de la Corte Suprema y familiares de figuras influyentes, generando suspicacias sobre los procesos de selección.
En la terna correspondiente al Juzgado de Cuarto Turno, Capital, se encuentran Shirley Rossana Ríos Parque, Federico Gómez Giménez y Marcelo Tomás Rocholl. Los dos primeros, relatores del ministro Alberto Martínez Simón, y el tercero, hijo del jefe de Gabinete del ministro César Garay. La puja más fuerte se espera entre Gómez Giménez y Rocholl, con fuertes expectativas por parte de observadores del Poder Judicial.
La situación ha generado atención particular debido a las conexiones familiares y profesionales de los postulantes. Gómez Giménez, quien se menciona como uno de los más cercanos a Martínez Simón, habría contado con el respaldo de su pareja, Mercedes Ibarra, jefa de Gabinete del mismo ministro. El nombre de Rocholl, por su parte, no pasa desapercibido por su relación directa con el entorno de César Garay.
La terna para el Juzgado del Undécimo Turno presenta una situación similar. Entre los seleccionados están Adriana Ferreira, relatora del ministro Garay, y Diego Torres, hijo del abogado de la Municipalidad de Asunción, Benito Torres. A Ferreira y Torres se les augura una competencia ajustada, con implicancias que podrían trascender al ámbito jurídico debido a las conexiones familiares.
El Consejo de la Magistratura fue responsable de la conformación de estas ternas, en una sesión marcada por tensiones. Enrique Berni, miembro del Consejo, pidió la inclusión del tema en el orden del día, lo que generó un enfrentamiento con el ministro Eugenio Jiménez Rolón, quien inicialmente se opuso a la discusión.
El tratamiento de estos casos ha vuelto a poner bajo la lupa al sistema judicial paraguayo, donde las críticas hacia la influencia de ministros sobre los nombramientos no son nuevas. En anteriores administraciones se cuestionó fuertemente la práctica de ubicar a relatores y allegados en posiciones clave, una conducta que los actuales ministros prometieron erradicar, pero que, según observadores, parece repetirse.
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La selección de jueces es un proceso fundamental para la credibilidad del Poder Judicial. Sin embargo, la persistencia de estas prácticas genera preocupación en la opinión pública y plantea interrogantes sobre la verdadera independencia de los magistrados.
Fuente: El Observador
