El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social declaró una alerta epidemiológica debido al deterioro de la calidad del aire causado por los incendios forestales en el Chaco, Bolivia y Brasil. La alerta busca reforzar las acciones de mitigación y garantizar una respuesta efectiva ante los riesgos para la salud pública generados por esta situación.
Según la Dirección General de Vigilancia de la Salud, los incendios generó una densa capa de humo que afecta gravemente la calidad del aire, principalmente en el Chaco, Asunción y Central, y que comenzó a expandirse hacia otras zonas del país, como el departamento de San Pedro. La calidad del aire en las últimas 24 horas fue calificada como “mala” por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), con un nivel de material particulado (MP) de 2.5.
La alerta epidemiológica insta a la población a evitar exponerse al aire contaminado, manteniendo las ventanas cerradas y usando mascarillas de protección en caso de salir al exterior. Los grupos más vulnerables, como niños, personas mayores y aquellos con problemas respiratorios o cardíacos, deben extremar las precauciones y evitar actividades al aire libre.
En las zonas más afectadas por el humo, las autoridades recomiendan que, ante síntomas como dificultad respiratoria, dolor en el pecho o irritación ocular y nasal, se acuda de inmediato a un centro asistencial. Además, se exhorta a la ciudadanía a prepararse ante posibles emergencias, organizando un plan de evacuación y un kit de emergencia que incluya medicamentos, agua potable y alimentos no perecederos.
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El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) también tomó medidas preventivas, suspendiendo las clases presenciales en instituciones de Sierra León, Bahía Negra y Agua Dulce, en donde los incendios forestales impactó directamente. Estas medidas buscan minimizar la exposición de los estudiantes a la contaminación del aire.
La situación es particularmente grave en el cerro Chovoreca, donde los incendios forestales ya consumió más de 100.000 hectáreas. La rápida propagación del humo y la mala calidad del aire continúan siendo una amenaza para la salud pública, especialmente en las regiones más cercanas a los incendios.
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Las autoridades sanitarias seguirán monitoreando la calidad del aire y la evolución de los incendios, informando a la ciudadanía sobre las medidas a tomar para protegerse de los efectos nocivos del humo.
Fuente: Ultima Hora