La mala calidad del aire, producto de los incendios forestales y el clima seco, generó un aumento alarmante en las consultas por afecciones respiratorias. Según la doctora Mabel Peralta, coordinadora del Postgrado de Neumología de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), el Hospital de Clínicas experimentó un incremento del 90% en consultas respiratorias, mucho más de lo esperado para esta época del año.
Generalmente, con el cambio de estación de invierno a primavera, se observa un aumento del 30% en los cuadros respiratorios. Sin embargo, la presencia de humo y partículas tóxicas ha hecho que los casos se disparen. Las autoridades sanitarias temen que este incremento provoque un colapso en los servicios de urgencias y hospitalarios si la situación no mejora.
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Los más afectados son los pacientes con enfermedades pulmonares crónicas, como los asmáticos, alérgicos y personas con patologías previas. Además, los niños pequeños y los adultos mayores son especialmente vulnerables, ya que sus sistemas respiratorios son más frágiles. En muchos casos, estos pacientes llegan con crisis que requieren internación.
Las principales afecciones derivadas de la mala calidad del aire incluyen rinitis, irritación ocular, cefalea y agudización de enfermedades respiratorias. Las partículas tóxicas presentes en el ambiente no solo irritan las vías respiratorias, sino que también pueden ingresar al torrente sanguíneo, provocando dolores de cabeza y empeorando cuadros de migraña.
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La doctora Peralta recomienda extremar los cuidados para evitar la exposición al aire contaminado. Las personas deben mantener sus hogares lo más cerrados y limpios posible. Además, es fundamental el uso de mascarillas: las quirúrgicas para personas sanas y las N95 para aquellos con enfermedades de base. Estas últimas ofrecen un mayor nivel de protección ante las partículas suspendidas en el aire.
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Por último, Peralta enfatizó la importancia de no ignorar los primeros síntomas como tos seca o falta de aire, y acudir de inmediato a un centro de salud para evitar complicaciones mayores. El tratamiento temprano puede evitar hospitalizaciones y aliviar la presión sobre los servicios de urgencias.
Fuente: ABC Color
