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Chaco paraguayo sigue sin solución ante crisis hídrica

El gobernador de Boquerón, Harold Bergen, confirma que el Chaco sigue sin planes concretos para reparar el acueducto y solucionar la falta de agua.

Un panorama complicado se vive en diversas localidades del Bajo Chaco, ya que sus pobladores están atravesando una vez más una aguda falta de agua. Dependen de lo que vaya desde Asunción con camiones cisterna. ABC

El gobernador de Boquerón, Harold Bergen, confirmó que hasta el momento no hay planes concretos para reparar el acueducto del Chaco, esencial para solucionar la escasez de agua en la región. En una reciente reunión con representantes del Gobierno central, solo recibió promesas de “revisión” del sistema, sin un plan definido para abordar la crisis hídrica a corto plazo.

Bergen señaló que, durante la reunión, las autoridades se comprometieron a “verificar y analizar” la situación del acueducto. Sin embargo, no ofrecieron un cronograma específico ni un plan de acción que pueda aliviar la falta de agua que afecta a miles de personas en el Chaco. “Lo que pedimos es que el acueducto funcione al menos a medias, para poder acercar más el agua sin tener que depender de cisternas que parten desde Asunción”, indicó el gobernador.

La infraestructura del acueducto, construida para transportar agua desde el río Paraguay hasta las zonas más secas del Chaco, ha operado de manera intermitente desde su inauguración. Según Bergen, el sistema funcionó “por partes, a medias” hasta septiembre de 2022. Ahora, las autoridades locales piden al menos un «parcheo» del acueducto para restablecer parcialmente el suministro de agua.

El gobernador explicó que las cañerías de la primera parte del acueducto están obsoletas y necesitan reparaciones inmediatas. “Falta parchar, reactivar, manejarlo con cuidado para que al menos traiga una parte del agua al Chaco”, expresó. Mientras tanto, la región sigue dependiendo de camiones cisterna que transportan agua desde la capital, un método costoso e ineficiente para cubrir la demanda de la población.

La temporada de invierno es particularmente difícil para el Chaco debido a la escasez de lluvias. Bergen señaló que la falta de precipitaciones agrava la situación de las comunidades que dependen del agua de tajamares. “El agua del tajamar es potable para nosotros, es limpia. Los estancieros nos están ayudando con eso, pero cada semana hay más necesidad, empeora cada vez más si no llueve”, añadió.

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Los pobladores del Chaco aguardan con ansias la llegada del verano y la temporada de lluvias como única esperanza para paliar la crisis actual. “Necesitamos que pronto llueva en el Chaco otra vez”, manifestó Bergen, reflejando la preocupación de los habitantes ante la falta de soluciones definitivas.

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La situación en el Chaco revela la necesidad urgente de un plan integral de abastecimiento de agua que contemple tanto la reparación del acueducto como la implementación de sistemas alternativos de captación y almacenamiento. Sin embargo, el Gobierno central aún no ha presentado un proyecto viable para atender estas necesidades.

Fuente: ABC Color