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Mosquitos del dengue en Argentina resisten a insecticida clave

Un estudio en Argentina revela que los mosquitos Aedes aegypti desarrollan resistencia a insecticidas clave, lo que plantea serios retos para la salud pública.

Fotografía del mosquito Aedes aegypti, responsable de transmitir el dengue, a través de un microscopio. Un estudio ceintífico demostró que son resistentes a uno de los pesticidas más utilizados. Andre Borges

Un reciente estudio realizado por investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Argentina ha revelado una preocupante resistencia genética en los mosquitos Aedes aegypti, conocidos por ser vectores de enfermedades como el dengue y la chikungunya. Los resultados, publicados en la revista Parasites & Vectors, indican que las poblaciones de estos mosquitos en el norte de Argentina han desarrollado una mutación que les confiere una alta resistencia a los insecticidas piretroides, comúnmente utilizados para su control.

La investigación, dirigida por Laura Harburguer, marca un hito al ser el primer estudio en Argentina que relaciona una mutación genética en los Aedes aegypti con su resistencia a estos insecticidas. «Este hallazgo subraya la necesidad de buscar alternativas más efectivas para controlar este vector, cuya resistencia representa una creciente amenaza para la salud pública», señaló Harburguer.

El estudio fue realizado en colaboración con la Fundación Mundo Sano y el Instituto Oswaldo Cruz de Brasil. Los investigadores recogieron muestras de mosquitos en varias localidades del norte argentino, como Orán, Tartagal y Puerto Iguazú. Tras someter a los insectos a dosis de piretroides hasta 10 veces mayores a las habituales, descubrieron que los mosquitos seguían mostrando una resistencia elevada.

Una alternativa prometedora identificada en la investigación es el uso del insecticida pirimifosmetil, un compuesto que ha mostrado un 100% de eficacia en las pruebas de laboratorio. Este químico, aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su uso en varios países, aún no está permitido en Argentina, pero podría convertirse en una herramienta clave en la lucha contra el dengue.

En cuanto a la perspectiva local, la Directora Técnica del Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (SENEPA), Yohana Benítez, comentó a RDN que el uso prolongado de un insecticida puede generar resistencia en los mosquitos, por lo que es esencial cambiar regularmente el tipo de producto utilizado. “SENEPA realiza constantemente pruebas de eficacia en diferentes zonas del país y adapta las estrategias de control en función de los resultados. Aunque aún no utilizamos pirimifosmetil, estamos siempre buscando opciones efectivas y aprobadas por la OMS. Actualmente, en un periodo interepidémico, nos centramos en fumigaciones en zonas con brotes y en el control de larvas”, explicó Benítez.

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El hallazgo de esta resistencia en Argentina es un llamado de atención a la necesidad de enfoques integrados en el manejo de vectores, que incluyan limpieza, control de larvas y participación comunitaria. Solo así se podrá evitar que la resistencia a insecticidas se convierta en una barrera insuperable en la lucha contra el dengue y otras enfermedades transmitidas por mosquitos.

Fuente: ABC Color