Política

Rabonas en Diputados: Un mes sin agotar el orden del día

Cámara de Diputados completó un mes sin agotar el orden del día por falta de quorum, reflejando una tendencia preocupante en la Cámara Baja.

Presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre.

La Cámara de Diputados vuelve a quedar en el centro de la polémica tras completar más de un mes sin agotar su orden del día debido a la falta de quorum. Ayer, nuevamente, la sesión quedó truncada sin poder tratar ninguno de los 22 puntos que tenía en agenda, lo que refleja una tendencia preocupante en el órgano legislativo.

La decisión de dejar sin quorum la sesión fue impulsada por la oposición, en protesta por la negativa del sector cartista de crear una Comisión Bicameral para el control del programa “Hambre Cero”. Sin embargo, esta medida política ha sido recurrente en las últimas convocatorias, evidenciando una estrategia que trasciende el simple desacuerdo puntual.

De los 21 diputados presentes en la última convocatoria, solo dos eran colorados, lo que pone en evidencia una falta de compromiso generalizada. Entre los 22 puntos que quedaron sin tratamiento, cinco recibirán sanción ficta en los próximos días, lo que genera inquietud sobre la eficiencia legislativa de la Cámara Baja.

Lejos de ser una excepción, la falta de quorum se ha convertido en la norma en la Cámara Baja. En las últimas seis sesiones ordinarias, ninguna logró completar su agenda. El 20 de agosto, la sesión también quedó sin puntos tratados, y el 14 de agosto, solo se resolvieron 8 de 17. Esta situación se repite desde meses atrás, con sesiones en las que se dejó gran parte de la agenda sin abordar.

La reacción de la Presidencia de la Cámara se ha limitado a una advertencia de posibles revisiones al reglamento y descuentos salariales. Sin embargo, el artículo 20 del reglamento actual permite que las ausencias sean justificadas incluso de manera verbal, facilitando así la evasión de sanciones por parte de los legisladores.

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Esta falta de quorum constante no solo retrasa la labor legislativa, sino que también pone en cuestión la seriedad con la que los diputados asumen sus responsabilidades. Las “rabonas” se han vuelto una práctica común, y aunque la presidencia ha emitido un “tirón de orejas”, las medidas efectivas para corregir esta situación parecen estar lejos de implementarse.

En un escenario donde las decisiones clave para el país se ven aplazadas indefinidamente, la Cámara de Diputados se enfrenta a una crisis de credibilidad que podría tener serias repercusiones en la confianza pública hacia el sistema político paraguayo.

Fuente: ABC Color