El Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de Itapúa fue objeto de una intervención por parte del Ministerio de Justicia, tras recibirse denuncias alarmantes sobre presuntos actos de tortura y mutilaciones a reclusos. Víctor Benítez, viceministro de Política Criminal, confirmó que se está llevando a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos ocurridos en la institución penitenciaria.
La intervención fue activada después de que dos internos fueran trasladados al Hospital Regional de Encarnación con heridas cortantes y contusas. Este incidente desencadenó una serie de acciones por parte de las autoridades, incluyendo la movilización de la Dirección General de Derechos Humanos, Anticorrupción e Inspectoría del Ministerio de Justicia.
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Según fuentes penitenciarias, los actos de tortura habrían sido perpetrados por un grupo de reclusos ubicados en el pabellón B Alta, quienes actuarían como “capangas” o líderes informales dentro de la prisión. Estos individuos presuntamente exigían pagos a otros internos por el uso de las celdas, sometiendo a torturas a quienes se negaban a cumplir con estas demandas extorsivas.
Las investigaciones preliminares sugieren que al menos cinco reclusos habrían sido víctimas de estas prácticas abusivas. Además, no se descarta la posibilidad de que el mismo grupo de internos controle el tráfico de drogas dentro de la penitenciaría.
El viceministro Benítez señaló que el Cereso de Itapúa, al igual que la mayoría de las instituciones penitenciarias del país, enfrenta graves problemas de hacinamiento. Esta sobrepoblación carcelaria dificulta significativamente la gestión y el control efectivo de la institución, superando la capacidad de alojamiento y complicando la labor de custodia.
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La situación se ve agravada por la escasez de personal penitenciario, un factor que compromete la seguridad tanto de los reclusos como de los funcionarios.
Fuente: Última Hora.