En el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), una escena recurrente se desarrolla cada mañana: pacientes de diversas edades se congregan desde las primeras horas del día para asegurar su atención médica. Este fenómeno captó la atención de las autoridades, y el presidente Santiago Peña tiene programada una visita al centro de salud este miércoles, como parte de un recorrido que incluye también el Hospital Neuropsiquiátrico y el Hospital de Trauma.
La rutina diaria en el Ineram comienza mucho antes del amanecer. Los pacientes, muchos de ellos ancianos o con condiciones respiratorias delicadas, llegan alrededor de las 04:00 para formar fila en el patio del hospital. El objetivo es obtener uno de los codiciados turnos que se empiezan a distribuir a las 06:30, con las consultas iniciando a las 07:00. Esta situación obliga a los enfermos a soportar bajas temperaturas y condiciones climáticas adversas durante horas, agravando potencialmente sus síntomas.
A pesar de las dificultades para obtener una consulta, los pacientes generalmente expresan satisfacción con la calidad de la atención recibida y la disponibilidad de medicamentos. Don Alonso, residente de Ñemby, comentó: “Ancianos y enfermos somos los que estamos acá. Tenemos que formar fila desde la madrugada, es sacrificado. Los medicamentos hay todo, por ahora”. Sin embargo, también señaló la dureza del proceso para obtener atención.
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Una paciente de Villa Elisa, que consultaba por primera vez en el Ineram, llegó a las 04:30 para asegurar su lugar en la fila. Reconoció que, si bien la situación es difícil, es una realidad común en los hospitales públicos del país: 2Somos pobres y tenemos que procurar”, expresó, reflejando la resignación ante las dificultades del sistema de salud.
La situación afecta particularmente a los pacientes de edad avanzada y a aquellos que no cuentan con acompañantes. Una mujer de la zona de Trinidad, Asunción, llegó con su padre enfermo, destacando que, aunque la atención es buena, el proceso de espera a la intemperie es especialmente duro para los pacientes mayores.
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Don Isabelino, un paciente de la tercera edad, añadió un matiz adicional a la situación, mencionando que, si bien la mayoría de los medicamentos están disponibles, las vitaminas suelen escasear.
Fuente: ABC.
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