El Colegio Nacional de la Capital (CNC) se encuentra en medio de una crisis institucional que ha llevado a la suspensión de clases durante cinco días consecutivos. Aunque inicialmente se anunció la reanudación de las actividades académicas, un grupo de docentes presentó una serie de exigencias que deben ser cumplidas para normalizar la situación en la institución educativa.
La semana anterior, los estudiantes del CNC protagonizaron protestas para expresar su descontento con las condiciones de la institución, centrándose principalmente en problemas de infraestructura y falta de suministro de agua. Estas manifestaciones llevaron al director, Horacio Galeano Perrone, a anunciar su renuncia, aunque esta aún no se ha oficializado.
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En un intento por retomar la normalidad, las clases se reanudaron brevemente en la mañana del día de hoy. Sin embargo, los docentes se reunieron poco después para presentar sus propias demandas, generando una división entre el alumnado. Mientras algunos estudiantes apoyan las acciones de los maestros, otros exigen que se reanuden las clases de inmediato.
Los educadores justifican sus exigencias citando una “incapacidad” generalizada en la resolución de problemas pedagógicos, organizacionales y administrativos dentro de la institución. Esta declaración sugiere una crisis de gestión profunda que va más allá de los problemas de infraestructura inicialmente planteados por los estudiantes.
Entre las principales exigencias presentadas por los docentes se encuentran: la rendición de cuentas sobre los gastos de gratuidad, la renuncia oficial del Director General y su secretario privado, una auditoría administrativa externa, el nombramiento de un nuevo Director General y Directores de turno con perfiles adecuados, y la contratación de personal de limpieza.
Los maestros argumentan que estas demandas son fundamentales no solo para su propio bienestar, sino principalmente para el beneficio de los estudiantes. En su comunicado, expresan preocupación por la salud física y mental tanto del cuerpo docente como del alumnado, señalando que la situación actual pone en riesgo el ambiente educativo.
La gravedad de la situación se refleja en la afirmación de los docentes de que existe “una especie de anarquía en la que se perdieron los valores propios” de la institución. Esta declaración sugiere una erosión significativa de la estructura organizativa y los principios fundamentales que deberían guiar al CNC.
Los educadores manifiestan que han llegado a este punto después de numerosos intentos fallidos de encontrar soluciones a los problemas existentes. La decisión de presentar estas exigencias y potencialmente continuar con medidas de fuerza se describe como una acción “enérgica” tomada “muy a pesar nuestro”, indicando la reluctancia de los docentes a interrumpir el proceso educativo, pero sintiendo que no tienen otra alternativa.
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Esta crisis en el CNC pone de manifiesto problemas más amplios en el sistema educativo paraguayo, incluyendo la necesidad de una mayor transparencia en la gestión de recursos, la importancia de contar con liderazgo competente en las instituciones educativas, y la urgencia de abordar las condiciones básicas de infraestructura y saneamiento en las escuelas. La resolución de este conflicto podría sentar un precedente importante para abordar desafíos similares en otras instituciones educativas del país.
Fuente: ABC Color
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