La percepción generalizada entre los ciudadanos paraguayos de que el invierno de 2024 fue excepcionalmente frío fue cuestionada por expertos meteorológicos. Eduardo Mingo, representante de la Dirección de Meteorología e Hidrología, aclaró que, si bien este invierno se caracterizó por su duración prolongada, no fue el más frío en términos de temperaturas registradas.
A pesar de que la población paraguaya suele tolerar mejor el calor que el frío, lo que podría haber influido en la percepción de un invierno particularmente severo, los datos meteorológicos indican una realidad diferente. Aunque se experimentaron períodos consecutivos de bajas temperaturas, estas no alcanzaron niveles históricos. No obstante, Mingo señaló que sí se registraron récords diarios de frío en algunas localidades específicas.
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El panorama climático actual se encuentra en una fase de transición entre los fenómenos de El Niño y La Niña, lo que explica la persistencia de días fríos incluso cuando se acerca la primavera. Esta situación meteorológica particular contribuyó a la sensación de un invierno extendido, a pesar de que las temperaturas no fueron extremadamente bajas en comparación con años anteriores.
Para los últimos días de agosto y principios de setiembre, se pronostica la llegada de vientos del sur que traerán consigo temperaturas que oscilarán entre los 15°C y 21°C. Aunque no se prevén lluvias significativas en el corto plazo, existe la posibilidad de lloviznas ligeras para el amanecer del domingo, según informó Mingo.
Mirando hacia el futuro, la Dirección de Meteorología e Hidrología anticipa una primavera y un verano caracterizados por temperaturas elevadas. Este pronóstico se basa en los efectos esperados del fenómeno de La Niña, que típicamente resulta en un déficit de precipitaciones. La reducción en las lluvias, a su vez, contribuye al aumento de las temperaturas en estas estaciones.
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Mingo advirtió que, aunque habrá lluvias durante la primavera y el verano, estas serán menos frecuentes y abundantes de lo habitual.
Fuente: ABC.
