El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela convalidó los resultados electorales que proclaman la victoria del presidente Nicolás Maduro en los comicios del pasado 28 de julio. Esta decisión fue recibida con escepticismo y rechazo por parte de la oposición y diversos actores internacionales, quienes cuestionan la transparencia y legitimidad del proceso.
La Sala Electoral del TSJ, considerada por muchos como una extensión del Poder Ejecutivo, emitió una sentencia inapelable basada en un informe pericial cuya autoría permanece en el anonimato. En dicha resolución, se afirma que los boletines emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) están respaldados por las actas de escrutinio de las máquinas de votación utilizadas durante el proceso electoral.
Lamentamos profundamente la decisión del Gobierno de Venezuela de avanzar en la ratificación de resultados electorales que no reflejan la voluntad del pueblo venezolano. Es inaceptable pretender validar ganadores sin que exista una revisión exhaustiva e independiente de los…
— Santiago Peña (@SantiPenap) August 22, 2024
El mandatario venezolano, quien interpuso un recurso para “investigar, verificar y certificar” los resultados, declaró que el fallo del TSJ debe ser acatado, calificándolo como “santa palabra”. No obstante, la oposición, encabezada por el candidato Edmundo González Urrutia, sostuvo que los resultados reales le otorgan una victoria con más del 67% de los votos, basándose en copias de actas conservadas por sus testigos electorales.
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La controversia se vio exacerbada por la ausencia de testigos y expertos de la oposición en el proceso de verificación llevado a cabo por el TSJ. González Urrutia, quien se abstuvo de acudir a una citación del tribunal, argumentó que se están desconociendo las atribuciones del Poder Electoral y denunció una situación de “indefensión y violación al debido proceso”.
La comunidad internacional expresó su preocupación ante estos acontecimientos. Organizaciones como el Centro Carter descartaron la posibilidad de una verificación independiente, mientras que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU recordó las advertencias previas sobre la falta de independencia e imparcialidad tanto del TSJ como del CNE venezolanos.
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En este contexto de tensión política, el presidente paraguayo, Santiago Peña, manifestó su profundo pesar por la decisión del gobierno venezolano de ratificar resultados electorales que, según él, no reflejan la voluntad del pueblo. Peña calificó como inaceptable la pretensión de validar ganadores sin una revisión exhaustiva e independiente de los votos, reflejando así la preocupación compartida por diversos líderes y organismos internacionales ante la situación en Venezuela.
Fuente: IP.
