La oposición se encuentra en un proceso de reorganización de cara a las elecciones municipales de 2026 y las generales de 2028. En este escenario, Ricardo Estigarribia emerge como una figura clave, liderando esfuerzos para unificar las fuerzas opositoras desde el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
Estigarribia, actual gobernador de Central, ha trazado una estrategia clara que comienza con la consolidación de su poder dentro del PLRA. Su primer objetivo es desplazar a Hugo Fleitas de la presidencia del partido en octubre, tras lograr el desdoblamiento de las elecciones internas en una convención y posicionar a Alcides Riveros como su candidato.
El Partido Liberal está en camino de buscar la unión y consensuar con los demás referentes de la oposición, indica Ricardo Estigarribia.
«Nosotros no somos el enemigo, son ellos», dice el gobernador apuntando a los colorados.#TelefuturoPy #PoliticamenteYncorrecto pic.twitter.com/LsFzMA4lqv
— Telefuturo (@Telefuturo) August 19, 2024
El plan de Estigarribia para articular un frente opositor amplio incluye a todas las fuerzas políticas, incluso a la controvertida figura de Paraguayo Cubas, líder de Cruzada Nacional. Esta inclusión ha generado un intenso debate dentro de la oposición, con varios referentes expresando su rechazo a compartir espacio con Cubas.
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El senador Rafael Filizzola ha sido uno de los más vocales en su oposición a la inclusión de Cubas, acusándolo de ser un elemento divisor al servicio del cartismo. Esta postura es compartida por otras figuras prominentes como Celeste Amarilla y Kattya González, quienes insisten en la necesidad de excluir a elementos “inescrupulosos” del frente opositor.
Sin embargo, la decisión de dejar fuera a Cubas no es sencilla. Como líder de la tercera fuerza política del país y con más de 700.000 votos obtenidos en las últimas elecciones presidenciales, su exclusión podría significar la pérdida de un importante caudal electoral para la oposición.
Soledad Núñez, otra figura relevante en la oposición, ha adoptado una postura más cautelosa. Mientras avanza en la construcción de alianzas, incluso con miras a la intendencia de Asunción, evita cerrar la puerta a Cubas, aunque establece límites claros en torno al respeto a la democracia.
La situación se complica aún más con la salida de figuras como Raúl Benítez, Ignacio Iramain y Kattya González del Encuentro Nacional, evidenciando las fracturas internas en los partidos opositores. Por su parte, Eduardo Nakayama, quien renunció al PLRA para formar su propio partido con aspiraciones presidenciales, lucha por ganar tracción en el escenario político.
Miguel Prieto, intendente de Ciudad del Este, se perfila como otro potencial candidato presidencial con amplio apoyo en la oposición. Sin embargo, enfrenta desafíos significativos, incluyendo la presión del Partido Colorado y problemas legales que podrían afectar sus aspiraciones.
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Un factor adicional en la ecuación es el retorno de Mario Abdo Benítez a la militancia activa. El ex presidente busca reagrupar a la disidencia colorada y ha expresado su deseo de unir a la oposición en un frente anticartista, una propuesta que ha sido recibida con interés por varios sectores opositores.
La inclusión o exclusión de Cubas en un eventual frente opositor sigue siendo el principal punto de discordia. Mientras algunos lo ven como un elemento divisor y potencialmente perjudicial para la democracia, otros reconocen la necesidad de no alienar a su base electoral.
Fuente: La Política Online
