En el primer año de gestión del gobierno de Santiago Peña, los viáticos otorgados a los ministros de las principales carteras del Ejecutivo han suscitado críticas y cuestionamientos. Los datos revelan que tres ministros han percibido un total cercano a G. 200 millones en viáticos, una cifra que ha despertado preocupación en un contexto donde la ciudadanía espera resultados significativos en áreas clave como Salud, Educación y Obras Públicas.
La ministra de Salud, María Teresa Barán, encabeza la lista con un total de G. 90.582.094 en viáticos durante este primer periodo. En mayo de 2023, la titular de Salud recibió casi G. 39 millones, una cifra que prácticamente duplica su salario mensual. Estos montos, sumados a las crecientes críticas por la situación del sistema de salud, han puesto a Barán en el centro de la polémica.
Por su parte, el ministro de Educación, Luis Fernando Ramírez, ha percibido G. 52.747.791 en viáticos en los primeros diez meses de gestión. Con desafíos importantes como la infraestructura escolar y el programa Hambre Cero, el uso de estos recursos ha generado inquietud sobre la efectividad y la justificación de estos gastos.
La ministra de Obras Públicas, Claudia Centurión Rodríguez, también ha sido beneficiada con viáticos que suman G. 54.938.155. En noviembre de 2023, Centurión recibió más de G. 32 millones en concepto de viáticos, una cifra que supera su salario mensual. Estos gastos elevan las preocupaciones sobre el uso eficiente de los recursos públicos.
Estos gastos sustanciales en viáticos plantean interrogantes sobre la eficacia y el impacto real de los viajes realizados por los ministros. Si bien es comprensible que los altos funcionarios necesiten desplazarse para cumplir con sus responsabilidades, la magnitud de los montos asignados en comparación con los resultados tangibles en sus respectivas áreas genera preocupación. Además, la falta de transparencia sobre el propósito y los resultados de estos viajes dificulta la evaluación de su valor para el interés público.
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El escrutinio de estos gastos se produce en un momento en que el gobierno de Peña enfrenta expectativas crecientes para abordar problemas urgentes en salud, educación e infraestructura. Con un total de G. 198.268.040 en viáticos percibidos por los tres ministros, la necesidad de un control más riguroso y transparente de los recursos públicos se hace cada vez más evidente.
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La aparente disparidad entre el gasto en viáticos y los avances concretos en estas áreas críticas subraya la necesidad de una mayor rendición de cuentas y transparencia en el uso de los recursos públicos. A medida que el gobierno avanza en su mandato, será crucial observar si estos patrones de gasto se ajustan para alinearse mejor con las promesas de eficiencia y honestidad en la gestión pública.
Fuente: Última Hora
