El presidente Santiago Peña sostuvo hoy una reunión con altos representantes del gobierno de Estados Unidos. Este encuentro se produce en medio de un clima de tensión diplomática, suscitado por las recientes sanciones impuestas a la empresa Tabacalera del Este SA (Tabesa) y la subsiguiente solicitud del gobierno paraguayo de acelerar la salida del embajador estadounidense Marc Ostfield.
La reunión, que tuvo lugar durante uno de los viajes del mandatario, contó con la presencia de figuras clave de la administración estadounidense. Entre los asistentes se encontraban Chris Dodd, consejero especial para las Américas; Dan Erikson, del Consejo Nacional de Seguridad; y Kevin Sullivan, representante del Departamento de Estado. Esta composición del grupo estadounidense sugiere la importancia que Washington otorga a las relaciones con Paraguay en este momento crítico.
El presidente Santiago Peña se reunió con Chris Dodd, Consejero Especial para las Américas, Dan Erikson, del Consejo Nacional de Seguridad y Kevin Sullivan, del Departamento de Estado. En este encuentro hablaron del fortalecimiento de las relaciones bilaterales, la cooperación y… pic.twitter.com/SWDv6D0YUK
— Presidencia Paraguay (@PresidenciaPy) August 16, 2024
Según lo informado por el propio presidente Peña a través de sus redes sociales, el encuentro se centró en “el fortalecimiento de las relaciones bilaterales, la cooperación y los valores comunes que impulsan nuestro relacionamiento”. Esta declaración parece indicar un esfuerzo por parte de ambos gobiernos para superar las recientes fricciones y reencauzar la relación bilateral hacia un terreno más constructivo.
El contexto de esta reunión es particularmente delicado, considerando que apenas una semana antes, el gobierno paraguayo había emitido un comunicado oficial solicitando la aceleración del proceso de salida del embajador Marc Ostfield. Esta petición se produjo como respuesta a la forma en que fueron comunicadas las sanciones económicas contra Tabesa, una empresa que, según se afirma, ya no pertenece al expresidente Horacio Cartes.
Es importante destacar que el gobierno de Peña ha sido cuidadoso en su posicionamiento, afirmando que no hace juicios de valor sobre las herramientas administrativas propias de la legislación estadounidense. Sin embargo, ha expresado su desacuerdo con la manera en que estas medidas fueron comunicadas, sugiriendo que existe un descontento más con la forma que con el fondo de las acciones de Estados Unidos.
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Este encuentro entre Peña y los representantes estadounidenses podría marcar un punto de inflexión en las relaciones bilaterales. La disposición de ambas partes para dialogar, a pesar de las recientes tensiones, indica un reconocimiento mutuo de la importancia estratégica de mantener canales de comunicación abiertos y fortalecer los lazos entre ambas naciones. Queda por ver cómo se desarrollarán estas relaciones en el futuro próximo y si este diálogo logrará superar las diferencias surgidas a raíz del caso Tabesa.
Fuente: ABC Color
