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Asunción: 487 años de secretos, tragedias y renacimientos

En su 487º aniversario, Asunción revela una historia rica en eventos que moldearon Paraguay y el Cono Sur: desde su papel como “Madre de Ciudades” hasta tragedias y renacimientos.

Agencia IP

La ciudad de Asunción, conocida como la Madre de Ciudades, celebra su 487º aniversario de fundación, revelando una historia rica en eventos que han moldeado no solo a Paraguay, sino a gran parte del Cono Sur americano. Este recorrido por el pasado de la capital paraguaya nos lleva a descubrir aspectos fascinantes y poco conocidos de su evolución a lo largo de los siglos.

Originalmente bautizada como Puerto y Casa Fuerte de Nuestra Señora Santa María de la Asunción, la ciudad era conocida localmente como Paragua’y, en referencia al río principal. Este nombre inicial refleja la importancia estratégica que los colonizadores españoles otorgaron a este asentamiento, concebido como un punto clave para la expansión hacia el interior del continente.

Uno de los aspectos más intrigantes de la historia temprana de Asunción es su papel en la fundación de otras ciudades importantes de la región. Como explica el historiador Claudio Velázquez, Asunción no solo fue fundamental para la expansión hacia el interior del continente, sino que también jugó un papel crucial en la fundación de otras ciudades importantes como Santa Cruz, Córdoba y Santa Fe, así como en la refundación de Buenos Aires. Este rol de Madre de Ciudades subraya la importancia geopolítica de Asunción en la configuración del mapa colonial sudamericano.

La interacción entre los conquistadores españoles y los pueblos indígenas, particularmente los carios, marcó profundamente la identidad de la naciente ciudad. Velázquez señala que a pesar de los desafíos iniciales debido a la hostilidad de algunos grupos indígenas, los conquistadores encontraron en los carios una comunidad menos agresiva con la que establecieron relaciones y alianzas. Estas relaciones, consolidadas a través de matrimonios entre líderes indígenas y conquistadores, dieron lugar a una significativa población mestiza, un rasgo característico de la demografía asuncena desde sus primeros días.

Un aspecto poco conocido de la geografía de Asunción es su pasado volcánico. El Cerro Lambaré y el Cerro Tacumbú, hoy elementos distintivos del paisaje urbano, fueron en tiempos prehistóricos volcanes activos. Aunque sus erupciones cesaron hace millones de años – 65 millones en el caso de Lambaré y 45 millones para Tacumbú – su legado persiste en las piedras de los empedrados de la ciudad, un testimonio silencioso de la antigua actividad geológica de la región.

La vida cotidiana en la Asunción colonial y post-colonial estaba marcada por tradiciones y prácticas que hoy nos pueden parecer insólitas. Por ejemplo, hasta 1842, era común enterrar a los muertos en los terrenos adyacentes a las iglesias, considerados tierra sagrada. Esta práctica cesó con la inauguración del cementerio de la Recoleta por Carlos Antonio López, marcando un cambio significativo en las costumbres funerarias de la ciudad.

El corazón comercial de la antigua Asunción latía en el Mercado Guazú, ubicado en la actual Plaza de los Héroes. Funcionando desde 1768 hasta principios del siglo XX, este mercado era un vibrante microcosmos de la vida asuncena. Las descripciones de viajeros europeos, como los hermanos Robertson, pintan una imagen vívida de este bullicioso espacio: mujeres vestidas de blanco llevando una variedad de productos, desde miel y mandioca hasta tabaco y carne, junto con indígenas payaguaes vendiendo pescado y chalas para el pienso de caballos.

Fotografía obtenida de la Imagoteca de Milda Rivarola.

La historia de Asunción también está marcada por episodios trágicos que han dejado cicatrices profundas en el tejido urbano y social de la ciudad. Uno de los más devastadores fue el saqueo de la ciudad por las tropas aliadas en enero de 1869, durante la Guerra de la Triple Alianza. Este evento no solo resultó en la pérdida de valiosos bienes materiales y culturales, sino que también marcó un punto de inflexión en el desarrollo urbano de Asunción, truncando proyectos arquitectónicos ambiciosos y alterando significativamente el paisaje de la ciudad.

La evolución de Asunción a lo largo de los siglos ha sido un proceso de constante adaptación y reinvención. Espacios que en el pasado tuvieron funciones específicas han sido transformados para servir a nuevos propósitos.

Un ejemplo notable es el actual parque Carlos Antonio López en el barrio Sajonia, que ocupa el sitio del antiguo cementerio Mangrullo. Este cementerio, inaugurado por el ejército brasileño en 1869 y utilizado hasta su clausura oficial en 1918, es un testimonio de cómo la ciudad ha reconfigurado sus espacios para adaptarse a las necesidades cambiantes de su población.

Cementerio del Mangrullo. Foto de Marcelo Paiva Pavón, extraída de materiales del Centro Cultural de la República El Cabildo.

La preservación del patrimonio histórico de Asunción ha sido un desafío constante. Como señala Velázquez, Es cierto que la ciudad ha logrado conservar algunos elementos valiosos de su patrimonio. Sin embargo, la preservación enfrenta desafíos continuos.

La tensión entre el desarrollo urbano moderno y la conservación del legado histórico ha resultado en la pérdida de edificios emblemáticos como la Casa de los Gobernadores y la casa de Francisco Solano López, subrayando la necesidad de políticas de preservación más robustas.

El legado de Asunción como centro de poder y cultura se refleja en los diversos usos que se han dado a sus edificios históricos. El patio de la antigua cárcel pública, por ejemplo, fue escenario de numerosas ejecuciones, incluyendo la última pena de muerte llevada a cabo en Paraguay. Hoy, ese mismo espacio alberga instituciones educativas, simbolizando la transformación de la ciudad y su capacidad de reinventarse.

A medida que Asunción avanza hacia su quinto siglo de existencia, la ciudad se enfrenta al desafío de equilibrar su rico pasado con las demandas del mundo moderno. Como reflexiona Velázquez, La reflexión sobre el pasado y la gestión del presente son cruciales para mantener la identidad histórica de la ciudad en un entorno de constante cambio.

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Este aniversario no solo es una celebración de la rica historia de Asunción, sino también una oportunidad para reflexionar sobre cómo preservar y honrar ese legado mientras la ciudad continúa evolucionando y adaptándose a los desafíos del siglo XXI.

Fuente: Agencia IP