La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elevado la alerta sanitaria global al declarar el brote de viruela del mono en África como una emergencia de salud pública de importancia internacional. Esta decisión, anunciada por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, refleja la creciente preocupación por la rápida propagación del virus en el continente africano.
Según los datos proporcionados por los Centros Africanos para el Control y Prevención de Enfermedades, en lo que va del año 2024 se han registrado 14.250 infecciones y 456 muertes. Estas cifras representan un alarmante incremento del 160% en comparación con el año anterior, poniendo de manifiesto la urgente necesidad de implementar medidas de control y prevención más efectivas.
▶️ ALERTA SANITARIA | ⭕
La OMS declaró la emergencia global por la viruela del mono.
Se registraron casos en 13 países, afectando en gran parte a niños y detectaron una nueva forma de propagación.
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— DELPY (@delpynews) August 14, 2024
Inicialmente concentrado en la República Democrática del Congo, el brote ha traspasado fronteras, afectando ahora a diez países más. La aparición de casos en Burundi, Ruanda, Kenia y la República Centroafricana en una misma semana ha generado preocupación adicional, impactando potencialmente en el turismo de la región.
Un estudio publicado en la revista Science sugiere que esta nueva variante del virus es más letal que la que causó la epidemia de 2022. Mientras que en Europa, donde se dispone de vacunas, se han reportado solo 260 casos este año, África enfrenta una situación más crítica debido a la falta de acceso a tratamientos y vacunas efectivas.
Los síntomas característicos de la viruela del mono incluyen erupciones y ampollas en la cara, manos, pies, ingle y genitales, acompañados de fiebre alta, dolores musculares y de cabeza, así como inflamación de los ganglios. Esta nueva cepa parece tener una mayor afectación en la zona genital.
La transmisión del virus puede ocurrir de diversas formas. En África, se ha encontrado evidencia de infección en varios animales, incluyendo monos, roedores y otros pequeños mamíferos. La transmisión de persona a persona, aunque menos común, puede darse a través del contacto directo durante las relaciones sexuales, el contacto con lesiones cutáneas de una persona infectada o con objetos contaminados.
El diagnóstico de la viruela del mono presenta desafíos debido a su similitud con otras enfermedades como la varicela o el sarampión. Sin embargo, la presencia de linfadenopatía durante la fase prodrómica puede ser un indicador distintivo. La confirmación definitiva se realiza mediante pruebas de laboratorio, incluyendo análisis serológicos, moleculares y aislamiento del virus.
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Actualmente, no existe un tratamiento específico para la viruela del mono. El manejo de la enfermedad se centra principalmente en el alivio de los síntomas y la prevención de infecciones secundarias. Aunque antivirales como el tecovirimat, desarrollados originalmente para la viruela, podrían ser efectivos, se requiere más investigación para confirmar su eficacia en el tratamiento de la viruela del mono.
Fuente: Agencia IP
