En un operativo que sacude las estructuras del narcotráfico internacional, autoridades chilenas decomisaron 985 ampollas de fentanilo provenientes de Paraguay. La operación, que culminó con la detención de tres individuos, revela una alarmante ruta de tráfico de la llamada “droga zombi” entre ambos países sudamericanos.
El subdirector de Investigación de la Policía chilena, Hugo Haeger, confirmó que el cargamento fue descubierto hábilmente oculto en un camión frigorífico que transportaba carne desde territorio paraguayo. Esta incautación marca un hito en la lucha contra el narcotráfico en la región, siendo una de las mayores confiscaciones de fentanilo registradas hasta la fecha.
La Policía de Investigaciones (PDI) de Chile, en una rueda de prensa que captó la atención nacional, detalló la sofisticación de la operación criminal. El prefecto Haeger subrayó la creciente frecuencia de este tipo de tráfico, señalando: “Hemos realizado varias incautaciones y detenciones en relación a este tipo de delitos”, lo que sugiere una tendencia preocupante en el contrabando de esta sustancia letal.
Entre los detenidos se encuentran dos ciudadanos chilenos y un paraguayo, presuntamente encargados del transporte y custodia del cargamento ilícito. La justicia chilena ha actuado con celeridad, dictaminando prisión preventiva para dos de los implicados, mientras que el tercero fue sometido a arresto domiciliario total, evidenciando la gravedad con la que se toma este delito en el país trasandino.
El fentanilo, protagonista de esta incautación, es un opioide sintético cuya potencia supera 50 veces a la de la morfina y la heroína. Su alta peligrosidad radica no solo en su potencia, sino en su capacidad adictiva y el riesgo de sobredosis fatal. En Paraguay, su distribución está estrictamente controlada, requiriendo una receta médica especial de cuatro copias, según lo establecido por la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa).
La amenaza que representa el fentanilo se refleja en las estadísticas alarmantes de los últimos años. En el período de 2019 a 2021, se registró un incremento del 30% en las muertes relacionadas con esta sustancia, una tendencia exacerbada por las condiciones socioeconómicas derivadas de la pandemia de COVID-19.
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Este decomiso no solo representa un golpe significativo al narcotráfico, sino que también pone de manifiesto la urgente necesidad de fortalecer la cooperación internacional en la lucha contra el tráfico de drogas. La ruta identificada entre Paraguay y Chile subraya la complejidad de las redes de distribución y la importancia de la vigilancia fronteriza.
La incautación plantea interrogantes sobre la producción y distribución de fentanilo en Paraguay, un país tradicionalmente asociado con el cultivo de marihuana. Este giro hacia drogas sintéticas más potentes y letales podría indicar una diversificación peligrosa de las actividades del crimen organizado en la región, demandando una respuesta coordinada y contundente de las autoridades de ambos países.
Fuente: ABC Color
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