La Federación de Asociaciones de Padres de las Escuelas Públicas del Paraguay ha levantado su voz para reclamar una mayor participación en el control administrativo de los recursos destinados a las instituciones educativas. Francisca Monges, vocera de la organización, expresó esta preocupación en una reciente entrevista con ABC Color, donde evaluó el desarrollo del programa Hambre Cero en las escuelas.
Monges reconoció que, hasta el momento, no se han reportado quejas significativas sobre la calidad de los alimentos proporcionados por el programa Hambre Cero. Este reconocimiento positivo, sin embargo, viene acompañado de una crítica sustancial hacia el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) por la falta de inclusión de los padres en el proceso de control de los recursos.
La vocera señaló que, si bien ven con buenos ojos los esfuerzos del gobierno para saldar la deuda histórica con las familias que han sostenido la educación pública, lo que actualmente se ofrece como gratuito es mínimo en comparación con los gastos reales que enfrentan las familias para mantener a sus hijos en la escuela.
Un punto crucial en el reclamo de la Federación es la petición al Congreso Nacional para abrir un debate sobre la participación de los padres organizados en cooperadoras escolares. El objetivo es que puedan actuar como contralores y tener acceso a recursos reales y transparentes para la educación pública.
Monges lamentó que desde 2011, las asociaciones de padres no han sido convocadas para articular programas que fortalezcan su labor en la distribución de recursos en las escuelas. Esta falta de inclusión contrasta con el discurso del MEC, que promueve el involucramiento de las familias pero, según la Federación, no lo pone en práctica de manera efectiva.
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La crítica se extiende a la percepción que tiene el MEC de los padres que solicitan rendición de cuentas. Según Monges, cuando los padres piden transparencia en el uso de los recursos, son etiquetados como “conflictivos”, lo que dificulta aún más su participación activa en el proceso educativo.
La Federación advierte que la continua exclusión de los padres en el control administrativo les impide cumplir con su función de vigilar el buen uso de los recursos públicos. Esta situación, argumentan, no solo afecta la transparencia del sistema educativo sino que también limita la capacidad de las familias para contribuir efectivamente al mejoramiento de la educación pública.
Fuente: ABC Color
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