Foto: Néstor Soto
El Estadio Prof. Luis Alfonso Giagni de Villa Elisa fue testigo de una exhibición de fútbol total por parte de Olimpia, que arrolló a Libertad con un contundente 4-0 en la jornada del Clausura. El Decano desplegó un juego avasallador que dejó sin respuestas a un Gumarelo en plena crisis.
Desde el pitazo inicial, Olimpia impuso un ritmo frenético que descolocó a Libertad. La presión alta y la intensidad en la recuperación fueron las armas letales del equipo dirigido por Martín Palermo. Esta estrategia dio frutos temprano, cuando a los 7 minutos Rodney Redes abrió el marcador con un remate preciso.
El dominio olimpista se intensificó y, apenas cinco minutos después, Manuel Capasso aumentó la ventaja con un cabezazo demoledor tras un tiro de esquina. La defensa de Libertad, desconcertada, no encontraba forma de contener las embestidas del Franjeado.
Los extremos de Olimpia fueron protagonistas indiscutibles del espectáculo. Rodney Redes por derecha y Erik López por izquierda se convirtieron en pesadillas constantes para la zaga gumarela. López, en particular, explotó las debilidades del lateral derecho Alejandro Silva, generando peligro en cada incursión.
Libertad intentó reaccionar cerca del minuto 20, con Marcelo Fernández como punta de lanza. Sin embargo, sus esfuerzos se estrellaron contra la muralla erigida por el portero Gastón Olveira. La frustración se apoderó del equipo visitante y se materializó en la expulsión de Lucas Sanabria por una reacción antideportiva.
Con superioridad numérica, Olimpia aprovechó para asestar otro golpe. Un error garrafal de Matías Espinoza en la defensa de Libertad permitió a Hugo Benítez anotar el tercero poco antes del descanso, sepultando prácticamente las esperanzas de remontada del Gumarelo.
El segundo tiempo fue un paseo para Olimpia. Con el resultado y el hombre de más a su favor, el Decano controló el ritmo del partido a placer. La tranquilidad en el juego contrastaba con la desesperación creciente en las filas de Libertad.
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Como guinda del pastel, Carlos Arrúa selló la goleada con un golazo que desató la euforia en las tribunas del Manuel Ferreira. El 4-0 final no solo refleja la superioridad de Olimpia en el encuentro, sino que también lo catapulta a la cima de la tabla del Clausura.
Esta victoria contundente llega en el momento perfecto para Olimpia, que se prepara ahora para el superclásico contra Cerro Porteño. El equipo de Palermo llega al crucial encuentro con la moral por las nubes y un juego que promete dar espectáculo.
Fuente: Versus
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