Política

Souto: Un año de inacción y nepotismo en Diputados

Fabiana Souto, esposa del vicepresidente Alliana, marca un año como diputada con mínima actividad legislativa y críticas por su ingreso sin votos.

De izq. a der.: Montserrat Alliana; su padre y vicepresidente de la República, Pedro Alliana, su hija menor de edad, y su esposa, la diputada Fabiana Souto. Foto Gentileza

La Cámara de Diputados cumple un año albergando a uno de sus miembros más controversiales y menos productivos. Fabiana Souto, esposa del vicepresidente Pedro Alliana, alcanzó ayer su primer aniversario en una banca que obtuvo sin un solo voto.

El ingreso de Souto a la Cámara Baja se produjo el 10 de agosto de 2023, tras la renuncia del diputado electo Luis Benítez, quien fue designado titular de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) gracias a la influencia de Alliana. Este movimiento político, que algunos califican como nepoesposa, ha sido objeto de duras críticas desde diversos sectores.

En su primer año como legisladora, Souto ha demostrado una alarmante falta de iniciativa y participación. Según registros oficiales de la Dirección de Estadística de la Cámara de Diputados, su producción legislativa se limita a apenas cuatro proyectos de ley, todos ellos presentados en conjunto con otros legisladores.

La inactividad de Souto en el Parlamento es igualmente preocupante. Durante todo un año, no ha hecho uso de la palabra en ninguna sesión, ni siquiera para argumentar proyectos de ley o participar en debates cruciales para su departamento, Ñeembucú.

Uno de los episodios más controvertidos protagonizados por Souto fue su voto en contra de un proyecto para aumentar recursos destinados al tratamiento de pacientes oncológicos. Esta decisión resulta particularmente chocante considerando que su esposo, el vicepresidente Alliana, recibió tratamiento en el exterior para su propia enfermedad.

Además, Souto se sumó al bloque que rechazó la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción y apoyó la derogación de la ley que castigaba el conflicto de intereses en la función pública. Estas posturas han reforzado las críticas sobre su papel como legisladora y su compromiso con la transparencia.

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El nepotismo en torno a la familia Alliana no se limita a Fabiana Souto. La hija del vicepresidente, Montserrat Alliana Encina, también ocupa un cargo en la Cámara de Diputados, percibiendo un salario mensual de G. 18.274.300.

A un año de su asunción, el balance de la gestión de Fabiana Souto es desalentador. Su paso por la Cámara de Diputados hasta ahora se ha caracterizado por la inacción, el silencio y la controversia.

Fuente: ABC Color