El Estado deberá indemnizar a los hermanos Herminio y Celso Melgarejo Méndez por las torturas y vejaciones sufridas durante la dictadura de Alfredo Stroessner, según una reciente sentencia judicial. El juez en lo civil y comercial del 22° turno, Martín Acosta Conde, ha establecido una compensación de 800 millones de guaraníes, más intereses, por los daños y perjuicios causados por delitos de lesa humanidad.
La sentencia N° 231 detalla que cada hermano recibirá 400 millones de guaraníes, una suma que, según el abogado de los Melgarejo, Raúl Mongelós Schneider, ascendería a 700 millones para cada uno al incluir los intereses acumulados desde el inicio de la demanda en julio de 2020. Esta decisión marca un hito importante en el proceso de justicia transicional y reparación histórica en Paraguay.
Los hechos que fundamentan la indemnización se remontan a 1975, cuando los hermanos Melgarejo fueron detenidos en circunstancias separadas y sometidos a brutales interrogatorios y torturas en diversas dependencias policiales. El caso de Herminio Melgarejo es particularmente impactante, ya que su detención ocurrió el 1 de mayo de 1976, mientras su esposa se encontraba en trabajo de parto. Fue sometido a golpes, descargas eléctricas y otras formas de tortura bajo las órdenes de conocidos oficiales de la época stronista.
El Estado paraguayo deberá pagar G. 400 millones a Herminio Melgarejo Méndez y G. 400 millones a Celso Nicolás Melgarejo Méndez, en concepto de indemnización por las torturas sufridas durante la dictadura stronista.
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La demanda describe en detalle los métodos de tortura empleados, incluyendo el uso del infame “teju ruguai” (látigo de cuero crudo) y sesiones de ahogamiento conocidas como “pileteadas”. Estos actos fueron perpetrados por figuras tristemente célebres del régimen, como el comisario Pastor Coronel, jefe del Departamento de Investigaciones de la Policía de la Capital. Las torturas tenían como objetivo forzar confesiones falsas sobre supuesta pertenencia a movimientos opositores al régimen de Stroessner.
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Celso Melgarejo, por su parte, fue detenido en marzo de 1975, acusado de ser comunista. Sufrió torturas físicas y psicológicas durante semanas, incluyendo el uso de la picana eléctrica. Además de los daños físicos, Celso experimentó la destrucción de su propiedad y la separación forzada de su familia durante tres años, ilustrando el alcance del terror estatal más allá de la violencia física directa.
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Las secuelas de estas experiencias traumáticas son duraderas. Ambos hermanos sufren de problemas de salud crónicos, tanto físicos como psicológicos, derivados de las torturas sufridas. La indemnización ordenada por el juez Acosta Conde busca proporcionar una medida de justicia y reparación por estos daños irreparables. Este fallo no solo reconoce el sufrimiento individual de los hermanos Melgarejo, sino que también representa un paso significativo en el reconocimiento oficial de los crímenes cometidos durante la dictadura stronista y la responsabilidad del Estado en su reparación.
Fuente: ABC Color
