El embajador de Estados Unidos en Paraguay, Marc Ostfield. Foto: Archivo.
La decisión de convocar al embajador Ostfield refleja la gravedad con la que el gobierno paraguayo percibe estas sanciones. La medida, anunciada por el propio diplomático estadounidense, acusa a Tabesa de proporcionar apoyo financiero a Cartes, quien ya había sido designado como “significativamente corrupto” por las autoridades norteamericanas. Este movimiento no solo afecta a una importante empresa paraguaya sino que también toca directamente a una figura central de la política nacional.
La reacción del Partido Colorado, específicamente de la bancada de Honor Colorado en el Senado, ha sido rápida y contundente. En un comunicado emitido previamente a la convocatoria, los senadores instaron a la Cancillería a interceder en el asunto, evidenciando la preocupación que estas sanciones generan en el ámbito político local. La respuesta de la Cancillería, al citar al embajador, parece alinearse con esta petición, mostrando una postura firme frente a lo que podría interpretarse como una injerencia en asuntos internos.
Por su parte, Tabesa ha respondido a las acusaciones argumentando que la transacción que llevó a las sanciones fue, de hecho, una condición impuesta por la propia Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos. La empresa sostiene haber cumplido con todos los requisitos necesarios para ser removida de la lista negra, lo que añade una capa adicional de complejidad al asunto y cuestiona la coherencia de las acciones estadounidenses.
La situación se complica aún más con las declaraciones del abogado de Cartes, Pedro Ovelar, quien sugiere que estas sanciones podrían formar parte de una estrategia más amplia para beneficiar al expresidente Mario Abdo Benítez. Esta insinuación introduce un elemento de política interna en lo que ya es un delicado asunto diplomático, potencialmente complicando aún más las relaciones entre ambos países.
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Este episodio marca la segunda vez en menos de un año que el embajador Ostfield es convocado por la Cancillería paraguaya, recordando la tensión generada en septiembre de 2023 tras la filtración de un supuesto plan de acción anticorrupción de Estados Unidos para Paraguay.
La reiteración de estos encuentros subraya la creciente fricción en las relaciones bilaterales y plantea interrogantes sobre el futuro de la cooperación entre ambas naciones en materia de lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
Fuente: Última Hora
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