Mijaín López, el gigante cubano de la lucha grecorromana, ha escrito su nombre con letras de oro en la historia del deporte olímpico. En una hazaña sin precedentes, López conquistó su quinta medalla de oro consecutiva en Juegos Olímpicos, consolidándose como una figura legendaria en el mundo del deporte.
En la final de la categoría de 130 kg en París 2024, López se enfrentó a su discípulo y amigo, el chileno Yasmani Acosta. El combate, que terminó con un contundente 6-0 a favor del cubano, no solo le otorgó el oro, sino que también lo catapultó a un nivel de excelencia nunca antes alcanzado en pruebas individuales olímpicas.
Este triunfo marca un hito en la historia olímpica. López se convierte en el único atleta en ganar cinco medallas de oro consecutivas en una disciplina individual, superando a leyendas como Michael Phelps, Carl Lewis, Alfred Oerter y Paul Elvstrom. Su dominio en la lucha grecorromana abarca desde Beijing 2008 hasta París 2024, un período de 16 años de supremacía ininterrumpida.
́ » »
Mijaín López se retiró de la lucha profesional.
Simplemente gracias, leyenda. #JuegosOlímpicos #Paris2024 pic.twitter.com/yrdgaVYWCx
— Los Juegos Olímpicos (@juegosolimpicos) August 6, 2024
La victoria de López no solo engrandece su legado personal, sino que también eleva el perfil de Cuba en el escenario deportivo internacional. Su consistencia y longevidad en un deporte tan exigente físicamente son testimonio de su extraordinaria dedicación y talento.
Cabe destacar que, aunque la derrota fue para Acosta, el chileno logró una hazaña histórica para su país al obtener la medalla de plata, la primera en lucha grecorromana para Chile y la decimoquinta medalla olímpica en la historia de la nación sudamericana.
Unite a nuestro canal de WhatsApp
Al concluir el combate, López, de 41 años, protagonizó un emotivo momento al quitarse los botines y dejarlos en el tapiz, un gesto tradicional que simboliza el retiro de un luchador. Sus palabras posteriores confirmaron el fin de su carrera competitiva: “El viaje llegó a su fin, me toca descansar. Mi cuerpo me pide descanso. Estoy contento con todo, contento por cómo soy y por cómo seguiré siendo”.
La retirada de Mijaín López marca el final de una era en la lucha grecorromana. Su legado, sin embargo, perdurará como un testimonio de excelencia deportiva y como inspiración para futuras generaciones de atletas. El récord establecido por López plantea un desafío monumental para cualquier deportista que aspire a igualar o superar su hazaña, ya sea en lucha o en cualquier otra disciplina olímpica individual.
Fuente: CNN
