Un informe reciente de la Contraloría General de la República puso manifiesto un notable incremento en los ingresos de dos empresas vinculadas al expresidente Mario Abdo Benítez durante su mandato presidencial.
Según declaraciones del contralor general, Camilo Benítez, en el programa “Políticamente Yncorrecto” de Telefuturo, las empresas Almacenamiento y Distribución de Asfalto SA (Aldia SA) y Creando Tecnología SA (Createc SA), en las cuales Abdo posee aproximadamente el 90% de las acciones, experimentaron un aumento en su facturación que superó entre 70 y 80 veces sus niveles históricos durante el quinquenio presidencial de Abdo.
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Este incremento sustancial coincide precisamente con el período en que Abdo ocupó la presidencia de la República, alcanzando una facturación total de más de USD 80 millones en cinco años. Benítez destacó que este crecimiento se concentró en empresas que producen asfalto, un producto cuya demanda está estrechamente ligada a las contrataciones estatales para la construcción de infraestructura vial.
La Contraloría inició una investigación más profunda para determinar si este aumento en la facturación podría ocultar actividades ilegales. Se analizaron los balances de las empresas y el destino de las utilidades, revelando que Abdo no declaró estas ganancias en su patrimonio personal. Sin embargo, Benítez aclaró que legalmente no estaba obligado a hacerlo, ya que las utilidades pertenecen a las personas jurídicas y no directamente a Abdo como persona física.
No obstante, el contralor no descartó la posibilidad de que esta situación pudiera ser un “artilugio” para evitar que el patrimonio personal de Abdo saltara de G. 18.000 millones a G. 300.000 millones. Benítez calificó el hecho de que un presidente se dedique a un rubro tan estrechamente vinculado al Estado y que su empresa multiplique su facturación por cien como una “inmoralidad gigantesca”.
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Desde el punto de vista legal, Benítez señaló que, en principio, la situación no constituye una ilegalidad en Paraguay, ya que Abdo se benefició indirectamente. Sin embargo, mencionó que en otros países, incluso en Venezuela, una situación similar sería considerada ilegal. El contralor añadió que si se corrobora que Abdo efectivamente importó esa cantidad de asfalto y lo vendió a las empresas constructoras de rutas, su conducta estaría dentro de los márgenes de la legalidad vigente en Paraguay.
Fuente: Última Hora.
