La selección paraguaya sub-23 dejó el alma en el campo olímpico, pero no fue suficiente para avanzar en la competición. En un duelo electrizante, la Albirroja cayó ante Egipto en la tanda de penales tras igualar 1-1 en el tiempo reglamentario. El equipo de Carlos Jara Saguier demostró garra y determinación hasta el último minuto.
Desde el pitazo inicial, Paraguay salió con todo. La intensidad de Diego Gómez, Julio Enciso y Alexis Cantero en la presión alta puso contra las cuerdas a los egipcios. La Albirroja dominó los primeros compases del encuentro, haciendo gala de un juego colectivo y solidario que ha sido su sello durante todo el torneo.
¡A levantar cabeza porque Paraguay vuelve a creer!
Meses inolvidables nos regaló esta albirroja olímpica, ya desde la coronación en Venezuela y posteriormente con una gran participación en los Juegos Olímpicos, donde el sueño se truncó por esas ingratitudes del fútbol.
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Conforme avanzaba el partido, Egipto fue ganando terreno, pero se topó con una muralla llamada Roberto Fernández. El guardameta paraguayo se lució con intervenciones cruciales, incluida una espectacular atajada con el hombro en un mano a mano que parecía gol cantado.
El segundo tiempo vio a un Paraguay más ofensivo, con Gómez y Enciso liderando las cargas. Y fue precisamente Diego Gómez quien hizo estallar de júbilo a la afición guaraní. Tras una jugada de pura garra de Marcelo Pérez, Enciso asistió y Gómez, convertido en un ‘9’ letal, clavó un remate cruzado imposible para el arquero egipcio. ¡Golazo y 1-0 para la Albirroja!
GOOOOOOOOLLLLLLLLLL DE PARAGUAY!
Lo hizo Diego Gómez.
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El gol parecía encaminar a Paraguay hacia la victoria, pero el fútbol es implacable. A solo dos minutos del final, Ibrahim Adel apareció como un fantasma para empatar el partido y llevar todo a la prórroga. Un mazazo para los guaraníes que tuvieron que recomponerse rápidamente.
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En el tiempo extra, Paraguay sacó fuerzas de flaqueza. Con las piernas pesadas pero el corazón ligero, la Albirroja buscó el gol de la victoria. Egipto, por su parte, parecía conformarse con llegar a los penales. Y así fue como se llegó a la fatídica tanda desde los doce pasos.
La definición por penales fue un verdadero infarto. Disparo tras disparo, la tensión crecía. Finalmente, fue Marcelo Pérez quien vio cómo el portero Hamza Ala le adivinaba la intención, sellando el 5-4 final a favor de Egipto. Una derrota dolorosa para Paraguay, pero que no empaña el enorme torneo realizado por estos guerreros guaraníes.
Fuente: Versus