En una noche que prometía tensión en La Nueva Olla, Cerro Porteño encontró un héroe improbable en la figura de Diego León, un lateral izquierdo de apenas 17 años. El joven futbolista no solo marcó el único gol del partido en la victoria 1-0 sobre Ameliano, sino que también inyectó una dosis de esperanza en un equipo que buscaba desesperadamente su primer triunfo del segundo semestre.
El gol de León, anotado a los 28 minutos del primer tiempo, fue el resultado de una jugada que reflejó la juventud y el atrevimiento que el técnico Manolo Jiménez se vio obligado a incorporar debido a las numerosas bajas en el plantel. El lateral aprovechó un centro desde la derecha de Alan Benítez para definir con precisión, demostrando una madurez impropia de su edad en un momento crucial para el Ciclón.
La decisión de Jiménez de incluir a León en el once titular, a pesar de haber expresado reservas sobre su preparación apenas días antes, resultó ser un acierto táctico. El joven no solo respondió con el gol, sino que su presencia en el campo aportó dinamismo y frescura a un equipo que venía mostrando signos de agotamiento. Su desempeño fue un claro ejemplo de cómo la necesidad puede convertirse en virtud en el fútbol.
El partido se desarrolló en dos tiempos claramente diferenciados. En la primera mitad, Cerro Porteño dominó con autoridad, creando varias oportunidades que podrían haber ampliado el marcador. Sin embargo, la falta de contundencia en el ataque mantuvo el resultado en un ajustado 1-0, dejando la puerta abierta para una reacción del rival en la segunda parte.
El segundo tiempo vio a un Ameliano renovado gracias a los cambios acertados del técnico Pedro Sarabia. La entrada de Cristhian Ocampos, Sergio Fretes y Aldo Maíz le dio un nuevo aire al equipo visitante, que comenzó a presionar y generar situaciones de peligro. Fretes y Ocampos tuvieron las oportunidades más claras para igualar el marcador, pero la falta de precisión en los momentos decisivos les costó caro.
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En los minutos finales, la entrada de Eduardo Brock en la defensa de Cerro Porteño proporcionó la estabilidad necesaria para asegurar la victoria. El experimentado defensor ayudó a contener los últimos embates de Ameliano, permitiendo que el gol de Diego León se mantuviera como la diferencia definitiva.
Este triunfo no solo representa tres puntos vitales para Cerro Porteño, sino que también podría marcar un punto de inflexión en su temporada, demostrando el valor de confiar en el talento joven en momentos de adversidad.
Fuente: Versus
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