Un conflicto interno ha estallado en las filas de Honor Colorado, revelando una crisis que amenaza con desestabilizar su estructura interna. Dirigentes del movimiento han alzado su voz contra lo que consideran graves irregularidades dentro de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), involucrando directamente a miembros de su propia agrupación política.
Si eres parte de Honor Colorado o simplemente un ciudadano interesado en la política nacional, debes saber que la situación ha llegado a un punto crítico. Una nota de reclamo enviada al consejero de la EBY, Michel Flores, expone una serie de acusaciones que van desde despidos arbitrarios hasta presuntos actos de corrupción, todo ello perpetrado, según la denuncia, por dos dirigentes no identificados del propio movimiento.
La gravedad de las acusaciones no puede ser subestimada. Se habla de “listas de despidos” que no discriminan entre militantes del movimiento, afectando incluso a una madre de un niño con discapacidad. Este caso particular ha tomado estado público, evidenciando la magnitud del problema y la aparente falta de consideración hacia los propios correligionarios.
Pero el escándalo no se limita a los despidos. Las denuncias apuntan a un supuesto monopolio de poder en Ayolas, donde estos dos dirigentes estarían controlando desde la distribución de beneficios sociales como Tekoporã hasta la asignación de trabajos tercerizados. Según los denunciantes, se ha llevado a cabo un “censo selectivo” para el programa Tekoporã, favoreciendo solo a quienes responden a estos líderes cuestionados.
La situación se torna aún más alarmante cuando se mencionan presuntos “recaudadores” o “peajeros” en Ayolas, quienes estarían exigiendo porcentajes elevados a los proveedores de Yacyretá. Estas prácticas, de ser ciertas, no solo constituirían actos de corrupción sino que también socavarían la integridad del movimiento y la confianza en las instituciones públicas.
Es importante destacar que estas acusaciones provienen del seno mismo de Honor Colorado, lo que añade un nivel de complejidad al asunto. Los denunciantes expresan su frustración por el trato que reciben “genuinos dirigentes del partido” y “personas que verdaderamente mojaron la camiseta dentro del equipo”, sugiriendo una profunda división interna y una crisis de valores dentro del movimiento.
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La urgencia de la situación queda clara en el pedido de una reunión inmediata para tomar “medidas correctivas”. Este llamado a la acción refleja la preocupación de que, de no abordarse rápidamente, estas prácticas podrían erosionar aún más la cohesión del movimiento y su credibilidad ante la ciudadanía.
Fuente: ABC Color
