El Instituto Nacional del Cáncer (Incán) se encuentra en el centro de una crisis institucional que ha culminado con la intervención del Ministerio de Salud Pública y la posterior renuncia de su director, Raúl Doria. Estos acontecimientos marcan un punto de inflexión en la gestión de la salud oncológica en el país, poniendo de manifiesto las deficiencias del sistema y la urgente necesidad de reformas.
La intervención del Incán, anunciada mediante un comunicado oficial del Ministerio de Salud, se produjo como respuesta inmediata a las protestas realizadas por pacientes oncológicos en Asunción. Los manifestantes denunciaron múltiples falencias en la atención médica y el suministro de medicamentos, exigiendo una atención de salud digna y eficiente.
#COMUNICADO | En diálogo con pacientes oncológicos, representantes de la cartera sanitaria y de la @PresidenciaPy escucharon inquietudes sobre la atención recibida en el INCAN. En ese contexto, el MSPyBS informa a la ciudadanía las siguientes medidas: pic.twitter.com/NTMiT0xb8q
— Ministerio de Salud (@msaludpy) July 30, 2024
Inicialmente, la medida contemplaba el apartamiento temporal de Raúl Doria de su cargo como director del Incán. Sin embargo, en un giro de los acontecimientos, Doria optó por presentar su renuncia definitiva al cargo. Esta decisión añade un nuevo capítulo a la crisis y subraya la gravedad de la situación en la institución.
«Nunca logró un feeling con la gente», refieren desde el Ministerio de Salud tras la renuncia del director del Incan
Tras la intervención del Instituto Nacional del Cáncer, el doctor Raúl Doria presentó su renuncia.
️ «En principio era apartarlo del cargo en tanto dure… pic.twitter.com/TN3uRjisL3
— Monumental AM 1080 (@AM_1080) July 30, 2024
La intervención ministerial tiene como objetivo principal evaluar y mejorar la calidad de la atención médica brindada en el Incán. Para liderar este proceso, se ha designado a Jabibi Noguera como coordinadora del equipo interventor, quien deberá presentar un informe final con recomendaciones en un plazo de 30 días.
Los reclamos de los pacientes oncológicos, que se manifestaron frente a la sede del Ministerio de Salud, se centraron en la exigencia de una atención de salud digna. Entre sus principales denuncias se encuentran la falta de medicamentos y la excesiva burocracia para acceder a estudios especializados en institutos privados que mantienen convenios con el Estado.
La Asociación de Pacientes con Cáncer y Familiares (Apacfa) ha sido enfática al señalar que tanto los fármacos como el personal médico son insuficientes para atender la demanda actual. Esta situación ha generado un clima de preocupación y malestar entre los pacientes y sus familias, quienes se ven afectados directamente por estas carencias.
Antes de su renuncia, Raúl Doria había negado la falta de medicamentos en el Incán. Según sus declaraciones, el aumento en la demanda de atención se debía al ingreso de pacientes provenientes del sector privado y del Instituto de Previsión Social (IPS), lo que habría generado una mayor presión sobre los recursos disponibles. Su salida del cargo plantea interrogantes sobre la veracidad de estas afirmaciones y sobre el verdadero estado de la institución.
Por su parte, el presidente Santiago Peña ha manifestado su respaldo a la ministra de Salud, María Teresa Barán, cuya renuncia también fue solicitada por los manifestantes. Esta postura del mandatario sugiere que, por el momento, no se prevén cambios en la cúpula del Ministerio de Salud, a pesar de la crisis en el Incán.
Unite a nuestro canal de WhatsApp
La intervención del Incán y la renuncia de su director representan un punto de inflexión en la gestión de la salud pública, especialmente en lo que respecta a la atención oncológica. Se espera que el informe que presentará el equipo interventor arroje luz sobre las problemáticas denunciadas y proponga soluciones concretas para mejorar la calidad de atención a los pacientes con cáncer.
Es importante destacar que esta situación pone de manifiesto la necesidad de una revisión integral del sistema de salud pública, con especial énfasis en la atención a enfermedades crónicas y de alto impacto como el cáncer. La crisis en el Incán podría ser el catalizador para una reforma más amplia que garantice el acceso a tratamientos y medicamentos de calidad para todos los ciudadanos paraguayos que lo necesiten.
Fuente: Última Hora
