La provincia argentina de Mendoza, conocida por sus viñedos y paisajes montañosos, se prepara para implementar una medida que ha generado debate en todo el país: el cobro de servicios de salud a extranjeros no residentes. Esta decisión, que entrará en vigor el 1 de agosto, se enmarca en una tendencia creciente en Argentina para hacer más eficiente el sistema de salud pública y enfrentar los desafíos económicos actuales.
La medida adoptada por Mendoza sigue los pasos de otras provincias argentinas. Salta, en el norte del país, fue la pionera en marzo de este año, implementando el cobro a extranjeros como respuesta al fenómeno de los ‘tours sanitarios’. Santa Cruz, en la Patagonia, se sumó a esta iniciativa en abril. En todos los casos, se mantiene la atención gratuita para emergencias médicas.
Según el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, los extranjeros representan aproximadamente el 2% de los pacientes atendidos en hospitales públicos de la provincia. Sin embargo, Daniela Correa, directora del ente de Recuperación de Fondos para el Fortalecimiento del Sistema de Salud (Reforsal), señaló que un 10% de los extranjeros se someten a cirugías en la provincia, siendo los partos y las intervenciones de mayor complejidad los procedimientos más frecuentes.
El mecanismo de cobro establecido por Mendoza contempla el pago en efectivo, con la emisión de una factura que permitirá al paciente gestionar la devolución en su país de origen. Los fondos recaudados se destinarán a una cuenta especial del Reforsal, con el objetivo de mejorar los honorarios de los profesionales de la salud y abordar la escasez en ciertas especialidades médicas.
Esta medida se produce en un contexto de ajuste fiscal tanto a nivel provincial como nacional. El gobierno del presidente Javier Milei ha establecido como prioridad alcanzar el equilibrio fiscal este año, lo que ha llevado a una reducción de las transferencias discrecionales a las provincias, así como recortes en obra pública, subsidios al transporte y fondos educativos.
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Es importante destacar que la implementación de estos cobros ha generado debates sobre el acceso a la salud y las políticas migratorias. Mientras algunos ven estas medidas como necesarias para proteger los recursos del sistema de salud público, otros expresan preocupación por las posibles barreras que podrían crear para las personas que necesitan atención médica.
La decisión de Mendoza, al igual que las de Salta y Santa Cruz, refleja los desafíos que enfrentan las provincias argentinas para mantener servicios de salud de calidad en un contexto de restricciones presupuestarias. También pone de manifiesto la compleja relación entre las políticas de salud, migración y turismo en regiones fronterizas.
Fuente: ABC Color
