Andrés Felipe y Ramón Emilio Pérez Hoyos, condenados por el crimen de Pecci. Foto: Gentileza
El asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ocurrido en mayo de 2022 durante su luna de miel en Colombia, continúa siendo objeto de intenso escrutinio y debate. Recientemente, nuevas revelaciones provenientes de los propios condenados por el crimen han arrojado luz sobre los posibles autores intelectuales y han puesto en tela de juicio la exhaustividad de la investigación judicial.
En una serie de entrevistas concedidas desde la cárcel al medio colombiano Noticias Caracol, tres de los condenados por el asesinato de Pecci han compartido información que podría ser crucial para comprender la verdadera magnitud del crimen. Entre ellos, destaca el testimonio de Andrés Felipe Pérez Hoyos, sentenciado a 25 años y seis meses de prisión por su papel en la orquestación del asesinato.
Pérez Hoyos, quien junto con su hermano Ramón Emilio, su pareja Margareth Chacón y el articulador Francisco Correa Galeano fueron identificados como los organizadores del crimen, ha proporcionado detalles inquietantes sobre los presuntos autores intelectuales. Según sus declaraciones, el asesinato fue ordenado por “personas muy poderosas” pertenecientes a una red multinacional del crimen organizado.
“Conocí personas que no debía conocer y prácticamente por hacer un favor, de ganarse dinero sin medir las consecuencias de los actos, caí en esto”, confesó Pérez Hoyos, añadiendo que estas personas le indicaron que “hay que hacer esto” refiriéndose al asesinato de Pecci. El condenado afirmó que su participación en el crimen fue motivada por el deseo de “escalar y llegar más arriba, queriendo tener más responsabilidad” dentro de la organización criminal.
Una de las revelaciones más impactantes de Pérez Hoyos fue su afirmación de que conoce la identidad de quienes ordenaron el asesinato. Sin embargo, alega que el fiscal Mario Burgos, encargado del caso, se negó a recibir esta información durante el proceso penal. “No hablé porque el fiscal Burgos no quiso aceptar la información. ¿Por qué Burgos le va a creer más a Francisco Correa Galeano, que está por debajo de mí, que yo fui quien le contraté, y no quiere escucharme a mí?”, cuestionó el condenado.
Esta acusación plantea serias interrogantes sobre la conducción de la investigación y la posible existencia de intereses ocultos que podrían estar obstaculizando el esclarecimiento total del caso. Pérez Hoyos llegó incluso a advertir a la periodista que lo entrevistaba sobre los riesgos de investigar a fondo la red criminal implicada en el asesinato, sugiriendo el alcance y la peligrosidad de los involucrados.
El condenado también reveló detalles sobre el costo del asesinato, afirmando que se pagaron 1.500 millones de pesos colombianos (aproximadamente 375.000 dólares estadounidenses) a Francisco Correa Galeano por organizar el crimen. Además, Pérez Hoyos aseguró que intentó cancelar el asesinato en el último momento, pero que ya era demasiado tarde, pues Correa Galeano había avanzado significativamente con los preparativos.
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Por su parte, Margareth Chacón, condenada a 39 años de prisión por su participación en el crimen, respaldó las afirmaciones de Pérez Hoyos sobre la reluctancia del fiscal Burgos a escuchar información sobre los autores intelectuales. Chacón, sin embargo, insistió en su inocencia, alegando que no tuvo participación en la organización del asesinato.
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Un tercer condenado, Cristian Monsalve, quien recibió una sentencia de cinco años de cárcel, ofreció una versión diferente de los hechos. Monsalve afirmó que fue engañado, argumentando que se le pidió seguir a Pecci y a su esposa en el hotel donde se hospedaban con el supuesto objetivo de cobrar una deuda, no de cometer un asesinato.
Fuente: ABC Color
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