Este lunes, 36 de los 40 internos del Centro de Reinserción Social de Minga Guazú protagonizaron un amotinamiento, exigiendo mejoras en la calidad de los alimentos y acceso a teléfonos celulares. El centro, inaugurado recientemente, alberga al primer grupo de personas privadas de libertad trasladadas del antiguo penal de Ciudad del Este.
El amotinamiento comenzó temprano en la mañana cuando los internos manifestaron su descontento por la calidad de los alimentos y la prohibición del uso de celulares. La situación rápidamente escaló, requiriendo la intervención del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Dirección de Policía de Alto Paraná, liderado por el comisario Feliciano Martínez, junto con agentes de las comisarías locales. La seguridad fue reforzada tanto dentro como en las inmediaciones del centro.
Tras la intervención policial, el director del centro, Julio Careaga, entabló un diálogo con los internos. Este acercamiento permitió que los ánimos se calmaran y se levantara la medida de protesta. Posteriormente, se realizó un cateo en las celdas, donde no se encontraron elementos prohibidos, aunque sí se detectaron daños materiales, incluyendo luminarias y cámaras de seguridad rotas.
El nuevo Centro de Reinserción Social de Minga Guazú fue inaugurado para aliviar la superpoblación del penal de Ciudad del Este, que alberga a más de tres veces su capacidad. Las condiciones en el antiguo penal son deplorables, afectando la salubridad, seguridad y salud mental de los internos.
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En la primera fase de la mudanza al nuevo centro, el Ministerio de Justicia seleccionó a internos con buena conducta y un perfil criminológico, psicológico y sanitario adecuado. Sin embargo, se espera que en una segunda tanda se trasladen internos con perfiles más complicados, lo que podría aumentar los desafíos para la administración del centro.
Fuente: ABC Color
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