El campo está a punto de estallar. La paciencia de los productores se ha agotado y el lunes próximo se verán las consecuencias de la inacción gubernamental. Tres departamentos se alzarán en protesta, exigiendo no solo financiamiento, sino también la cabeza del ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Giménez.
La situación es crítica. Pequeños y medianos productores de Concepción, San Pedro y Canindeyú llevan semanas esperando una línea de crédito de 15 millones de dólares. El tiempo se agota y la cosecha no espera a nadie.
#SequíaConcepción️»Tenemos una situación en el norte de nuestro país que incluye a San Pedro, Concepción, parte de Amambay y Canindeyú, que estamos con problemas de sequía», Carlos Giménez, ministro del Ministerio de Agricultura y Ganadería.#UNOParaTodos | #650AM
— Radio Uno 650 AM (@UNO650AM) July 16, 2024
El vicepresidente Pedro Alliana parecía ser la última esperanza para evitar una movilización masiva. Sin embargo, el silencio del Ejecutivo ha sido ensordecedor. Los agricultores apuntan directamente a Giménez, acusándolo de sabotear las negociaciones.
Mientras tanto, el ministro parece más preocupado por afianzar su poder. LPO ha confirmado el nombramiento a dedo de Crismilda Nelly Zayas como nueva jefa de gabinete del MAG, sin título universitario y con un jugoso salario. Este es solo el último ejemplo de una serie de designaciones cuestionables.
“Vamos a salir y los cortes serán indefinidos”, advierte Víctor Guerreño, representante de la Cooperativa de Sojeros de San Pedro. La amenaza es clara: 20 mil agricultores están listos para paralizar el país si no se atienden sus demandas.
El Crédito Agrícola intenta apagar el fuego asegurando que el censo necesario para liberar los créditos estará listo a tiempo. Pero sus palabras suenan huecas para aquellos productores que enfrentan una “alta morosidad” y cuyo futuro pende de un hilo.
El Ministerio de Industria y Comercio baraja la posibilidad de un crédito de 3 millones de dólares para los más necesitados. Sin embargo, esta cifra parece una gota en el océano de necesidades del campo paraguayo.
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El jueves es la fecha límite. Si para entonces no hay una respuesta satisfactoria, las rutas de varios departamentos se convertirán en el escenario de una protesta sin precedentes.
Esta crisis es una prueba de fuego para el gobierno de Santiago Peña y, en particular, para el ministro Giménez. La pregunta que todos se hacen es: ¿cederá el Ejecutivo ante las demandas del campo o se arriesgará a un conflicto de proporciones mayúsculas?
Fuente: La Política Online