En una inspiradora demostración de compromiso ambiental y comunitario, el arroyo Tupãsy Paso en Quyquyhó ha sido revivido gracias a un proyecto de restauración pionero en Paraguay. Esta iniciativa, liderada por el ambientalista Antonio Bobadilla Fernández, ha logrado devolver la vida a un cauce que permaneció seco durante más de cinco años.
El proyecto, que abarcó una distancia de 1,9 km en un área de 17,9 hectáreas, ha sido calificado por Bobadilla como “el primer proyecto de restauración exitoso que se hizo en Paraguay”. El resultado ha sido descrito como «una maravilla”, con la recuperación total del caudal del arroyo.
La motivación detrás de este esfuerzo surgió de un profundo sentido de pertenencia y preocupación por el deterioro paisajístico y ambiental del arroyo. Bobadilla, impulsado por recuerdos de su infancia y el anhelo de la comunidad, se embarcó en esta misión a pesar de la inacción de las autoridades locales.
El proceso de restauración enfrentó numerosos desafíos, principalmente debido a la falta de precedentes en la restauración de cauces hídricos en el país. Sin embargo, gracias a un estudio preliminar exhaustivo y un plan meticuloso, se logró superar obstáculos como la recuperación del trazado original y la extracción de sedimentos.
Los beneficios de esta restauración han sido significativos y multifacéticos. No solo se ha recuperado el caudal del arroyo, sino que también se ha restablecido la biodiversidad local. La vida ictícola ha regresado, y los humedales circundantes han sido revitalizados.
El impacto en la comunidad ha sido igualmente positivo. Los habitantes de Quyquyhó y los turistas ahora disfrutan nuevamente de las aguas del arroyo, creando un espacio de recreación y unión familiar que había estado ausente durante años.
Este proyecto ha demostrado la importancia de una planificación adecuada en la restauración ambiental. Bobadilla enfatiza que el monitoreo y diagnóstico ambiental fueron cruciales para alcanzar los objetivos propuestos.
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La experiencia ha sido una lección de resiliencia natural para Bobadilla. “La naturaleza me dio una gran lección: por más contaminada, degradada o polucionada que esté, si le acompañamos en su proceso de recuperación, nos sorprenderá gratamente volviendo a la normalidad”, reflexiona.
Este logro no solo representa un triunfo ambiental, sino también un testimonio del poder de la dedicación y el amor por la naturaleza. Bobadilla, inspirado desde su infancia por su familia y mentores, ha demostrado que es posible ser un agente de cambio positivo, buscando la armonía entre el ser humano y su entorno natural.
Fuente: Última Hora
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