Una familia colombiana ha presentado una demanda contra la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y el Hard Rock Stadium por los incidentes ocurridos durante la final de la Copa América 2024. El caso, que se ha llevado ante el Tribunal del Undécimo Circuito Judicial de Florida, busca una compensación de 50.000 dólares por daños y perjuicios.
Los demandantes alegan que, a pesar de haber pagado más de 1.000 dólares por cada entrada, se les impidió el acceso al estadio. Según el abogado Irwin Ast, representante de la familia, esta situación viola la Ley de Prácticas Comerciales Desleales y Engañosas de Florida.
La demanda presenta evidencias de pagos realizados a Ticketmaster, incluyendo una transferencia de 4.359 dólares por parte de Jacqueline Martínez, una de las demandantes. Estos documentos respaldan la afirmación de que la familia adquirió legítimamente sus entradas para el evento.
Para aquellos Argentinos y Colombianos que gastaron miles de dólares tan sólo para poder asistir al partido de esta noche, marquen a sus abogados ahora mismo, demanda colectiva por toda esa gente que dejaron pasar.
No es justo que la gente entre sin pagar.#CONMEBOL… pic.twitter.com/rLfz7MjJ8e
— ▕⃝⃤ Alquimista▕⃝⃤ (@Librattus) July 15, 2024
El incidente ha generado preocupación entre las autoridades locales. Juan Carlos Bermúdez, comisionado de Miami-Dade, expresó su inquietud de cara al Mundial 2026, donde Miami será sede, enfatizando la necesidad de aprender de estos errores.
La situación se complica por la política de Ticketmaster, que establece que solo los organizadores del evento pueden decidir sobre reembolsos. Esto deja a los afectados en una posición difícil para recuperar su inversión.
El Hard Rock Stadium ha indicado su disposición a colaborar con la Conmebol para resolver las inquietudes individuales de los afectados. Sin embargo, la magnitud del problema, que afectó a miles de personas, sugiere un desafío significativo.
El caso ha puesto de relieve las deficiencias en la organización del evento. Los disturbios que marcaron la final, incluyendo enfrentamientos entre aficionados y la policía, han generado dudas sobre la capacidad logística de Estados Unidos para futuros eventos deportivos de gran envergadura.
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La Conmebol y el Hard Rock Stadium han intercambiado acusaciones sobre la responsabilidad de los incidentes. Mientras la confederación atribuye la culpa a las autoridades de seguridad del estadio, este último defiende haber seguido e incluso superado las recomendaciones de seguridad establecidas.
Este caso legal podría sentar un precedente importante para la responsabilidad de los organizadores de eventos deportivos internacionales. La resolución de esta demanda será observada de cerca por la comunidad deportiva global, especialmente con la proximidad del Mundial 2026.
Fuente: Infobae
