El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Paraguay ha alertado sobre el aumento de virus respiratorios, destacando al Virus Sincicial Respiratorio (VSR) como una amenaza significativa para la salud de lactantes y niños pequeños. Este patógeno se ha identificado como la causa principal de bronquiolitis y neumonía en esta población vulnerable.
La Prof. Dra. Celia Martínez de Cuellar, pediatra infectóloga, subraya la gravedad de la situación: “Entre el 50 y el 90% de las hospitalizaciones por bronquiolitis en lactantes se relacionan con el VSR”. La experta advierte que esta enfermedad puede requerir hospitalización e incluso llevar a la muerte en casos severos.
El VSR, altamente contagioso, se propaga a través de gotitas respiratorias y superficies contaminadas. Su periodo de mayor circulación abarca de otoño a primavera, afectando recurrentemente a los más pequeños cada año.
Los síntomas del VSR varían desde leves, similares a un resfriado común, hasta graves, que pueden derivar en infecciones respiratorias inferiores como bronquiolitis o neumonía. Casi el 70% de los lactantes contraen el virus durante su primer año de vida, y el 90% antes de cumplir dos años.
Alarmantemente, el 80% de los niños hospitalizados por VSR son considerados sanos y nacidos a término, lo que dificulta predecir qué infantes desarrollarán una enfermedad grave.
En Paraguay, se ha implementado la inmunización con el anticuerpo palivizumab como medida preventiva para niños prematuros de alto riesgo. Este tratamiento requiere entre 3 y 5 dosis con intervalos de 30 días para garantizar una protección adecuada.
Las autoridades sanitarias enfatizan la importancia de las medidas preventivas, que incluyen el lavado frecuente de manos, evitar el contacto con personas resfriadas, y mantener la lactancia materna exclusiva en menores de 6 meses por su efecto protector.
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Se recomienda especial atención a síntomas como dificultad para respirar, sibilancias, fiebre o signos de deshidratación en lactantes, que requieren atención médica inmediata.
La concienciación sobre el VSR y la implementación rigurosa de medidas preventivas son fundamentales para proteger a los más vulnerables. La colaboración entre profesionales de la salud, cuidadores y la comunidad en general es crucial para mitigar el impacto de este virus en la población infantil.
