El Intendente Municipal, Óscar "Nenecho" Rodriguez (ANR-Cartista), sigue sin explicar en qué desvió los G. 500.000 millones de bonos que eran para obras. Foto: Marcos Juanse Alvarez Lopez
La administración de Óscar “Nenecho” Rodríguez al frente de la Municipalidad de Asunción ha estado marcada por un patrón alarmante de despilfarro y mala gestión de los recursos públicos. Un análisis detallado de los cuatro años de su mandato revela una preocupante tendencia hacia el gasto excesivo en salarios, en detrimento de las obras y servicios esenciales para la ciudad.
Desde el inicio de su gestión en 2020, los ingresos municipales han experimentado un crecimiento constante, pasando de G. 665 mil millones a G. 959 mil millones en 2023. Sin embargo, este aumento en los recursos no se ha traducido en mejoras tangibles para ciudad. Por el contrario, la mayor parte de estos fondos se ha destinado a gastos en servicios personales, llegando a absorber hasta el 75% de los ingresos en algunos años.
El intendente Rodríguez ha justificado la emisión de bonos municipales por un total de G. 855 mil millones, alegando insuficiencia de fondos para obras públicas. No obstante, la evidencia sugiere que parte de estos recursos, originalmente destinados a proyectos de infraestructura, han sido desviados para cubrir gastos corrientes, principalmente salarios. Esta práctica no solo es cuestionable desde el punto de vista legal, sino que también compromete seriamente el futuro financiero de la municipalidad.
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La situación se agrava con el aumento constante en los préstamos de déficit temporal de caja, llevando a la comuna a niveles de endeudamiento sin precedentes. La solicitud actual de un nuevo préstamo por G. 299.000 millones, en consideración por la Junta Municipal, solo profundizaría esta crisis financiera.
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La diputada Johanna Ortega ha señalado acertadamente que esta gestión ha llevado a la municipalidad al borde de la quiebra. La sobrecontratación de personal y el uso indebido de bonos para gastos corrientes son claros indicadores de una administración irresponsable y potencialmente corrupta. La aparente complicidad de concejales oficialistas, que guardan silencio ante estas irregularidades, agrava aún más la situación.
Fuente: ABC Color
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