El diputado liberal Adrián “Billy” Vaesken ha expresado su escepticismo frente a la reciente iniciativa del gobierno de Santiago Peña de entablar un diálogo con la oposición para consensuar leyes. En declaraciones recientes, Vaesken calificó esta propuesta como un intento evidente de simular un ambiente democrático.
Según el legislador, esta apertura al diálogo llega tardíamente, después de un año caracterizado por lo que él describe como “copamiento” y “centralización” del poder. Vaesken cuestiona la sinceridad de esta invitación, señalando que ni siquiera las voces de figuras respetadas, como el cardenal, han sido escuchadas por el gobierno.https://api.soundcloud.com/tracks/1870797129
El diputado enfatizó que, si bien la oposición siempre ha estado dispuesta al diálogo, no se prestará a lo que considera un “manoseo” por parte del gobierno para crear una ilusión de debate. “Quieren solapar nomás la dictadura moderna que están implementando”, afirmó Vaesken.
En su crítica, el legislador apuntó directamente a la estructura de poder actual, sugiriendo que las verdaderas decisiones no recaen en las figuras visibles del gobierno, sino en líderes del Partido Colorado como Horacio Cartes y José Alberto Alderete.
Vaesken también se pronunció en contra del proyecto de ley que regula las ONG, al que calificó de “intervencionista”. Según él, esta legislación confunde el derecho público con el privado y representa otra señal de un modelo de gobierno que él describe como “fascista”.
El diputado advirtió sobre las posibles consecuencias de esta ley, que podría afectar incluso a las ofrendas en las iglesias, requiriendo un registro detallado de los donantes y sus aportes.
Además, Vaesken criticó la nueva ley de la Policía Nacional, que otorga a esta institución competencias tradicionalmente reservadas al Ministerio Público. Esto, según él, permitiría la investigación de cualquier ciudadano con una simple resolución de la comandancia.
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En su visión, estas medidas forman parte de un “nuevo modelo de dictadura” que el gobierno intenta implementar, caracterizado por un control creciente sobre diversos aspectos de la vida civil y política.
Vaesken concluyó reiterando su posición de que el diálogo propuesto por el gobierno es meramente una fachada para ocultar tendencias autoritarias, y que la oposición debe mantenerse firme en su rol de contrapeso y vigilancia democrática.
Fuente: ABC Color
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