La Audiencia de Valladolid, en España, condenó a un hombre de origen paraguayo a un total de nueve años y un día de cárcel como autor de un delito de abuso sexual continuado sobre una niña de nueve años, amiga de su hija. El fallo judicial también incluye medidas complementarias como la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo, prohibición de comunicación con la víctima y libertad vigilada posterior a la pena privativa de libertad.
Según la sentencia, el acusado, identificado como L.A.A.S., se introdujo en la habitación donde la menor y su hija dormían para tocarle sus partes íntimas. La principal prueba de cargo fue el relato de la propia víctima, presentado como “prueba preconstituida” durante el juicio oral.
La niña describió de manera “convincente” y “creíble” los acontecimientos, detallando cómo el hombre se sentaba a los pies de la litera donde ambas niñas dormían y metía su mano bajo las sábanas para tocarle e, incluso, introducir dos dedos en su vagina. La menor declaró que sentía “mucho miedo” y, por ello, no comentó nada inicialmente.
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Cabe destacar que, además de la pena de prisión, el fallo impone al acusado la inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividad que conlleve contacto regular y directo con menores de edad, por el mismo periodo de tiempo que la condena. Asimismo, deberá indemnizar a la víctima con 9.000 euros por daños morales.
Durante el juicio, el ahora condenado se declaró inocente y trató de atribuir la denuncia a una posible venganza de la madre de la niña, con quien, según alegó, había mantenido una relación sexual extramarital años atrás. Sin embargo, su versión exculpatoria se vino abajo ante la proyección del video con la declaración de la víctima.
Tanto el fiscal como la acusación particular habían solicitado penas más severas, de 16 y 27 años de prisión, respectivamente. No obstante, el tribunal consideró probada la versión de la menor, a la que calificaron de “creíble” y “poco sugestionable”, descartando que estuviera incriminando al acusado a instancias de su madre.
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Cabe destacar que el juicio contó también con los testimonios de la esposa y la hija del condenado, quienes apoyaron su versión y calificaron de “imposible” que hubiera agredido sexualmente a la amiga de su hija durante las noches que esta pasó en su vivienda. Sin embargo, estos testimonios no lograron desvirtuar la credibilidad del relato de la víctima.
Fuente: ABC.
