El Tai Chi, una práctica milenaria originaria de China, está ganando reconocimiento en el mundo occidental como una forma de ejercicio integral que ofrece numerosos beneficios para la salud. Recientemente, la prestigiosa Universidad de Harvard calificó esta disciplina como “la actividad perfecta para el resto de tu vida”, destacando su versatilidad y los múltiples aspectos positivos que aporta al bienestar general de quienes lo practican.
A primera vista, el Tai Chi puede parecer un conjunto de movimientos suaves y delicados que no implican un esfuerzo significativo. Sin embargo, detrás de esta aparente simplicidad se esconde una poderosa herramienta para mejorar la salud física y mental. La clave de su efectividad radica en la combinación de movimientos corporales coreografiados con un estado mental de alerta y calma, complementado por técnicas de respiración específicas.
Uno de los aspectos más destacados del Tai Chi es su accesibilidad. Como señala la Universidad de Harvard, “es muy seguro y no se necesita equipo sofisticado, por lo que es fácil iniciarse”. Esta característica lo convierte en una opción ideal para personas de todas las edades y condiciones físicas, incluso para aquellos que no se encuentran en plena forma o que padecen algún problema de salud. La profesora Lucy Collins, del Departamento de Anatomía y Neurociencia de la Universidad de Cork, enfatiza que “los beneficios del Tai Chi se pueden extender a personas de todas las edades y habilidades, ya que los movimientos son suaves y de bajo impacto”.
Entre los beneficios más notables del Tai Chi se encuentra la mejora de la fuerza muscular. Aunque no implica el uso de pesas o bandas de resistencia, la práctica regular de este arte marcial puede equipararse al entrenamiento de resistencia y a caminar a paso ligero en términos de fortalecimiento muscular. Los movimientos del Tai Chi trabajan tanto la parte superior como la inferior del cuerpo, incluyendo los músculos centrales de la espalda y el abdomen.
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La flexibilidad es otro aspecto que se ve significativamente mejorado con la práctica del Tai Chi. Las secuencias de movimientos involucran articulaciones de todo el cuerpo, estirando suavemente músculos y tendones a través de un rango completo de movimiento. Esto no solo aumenta la elasticidad muscular y la flexibilidad articular, sino que también ayuda a reducir la rigidez y mejorar la amplitud de movimientos, beneficios particularmente valiosos para las personas mayores o aquellas con movilidad reducida.
El equilibrio y la estabilidad son áreas donde el Tai Chi demuestra ser especialmente efectivo. Varios estudios encontraron evidencia de que esta práctica mejora significativamente el equilibrio en adultos mayores, reduciendo el riesgo y el miedo a las caídas. Este beneficio se atribuye en parte al entrenamiento de la propiocepción, es decir, la capacidad de sentir la posición del cuerpo en el espacio, una habilidad que tiende a disminuir con la edad.
Desde el punto de vista cardiovascular, el Tai Chi ofrece un acondicionamiento aeróbico moderado. Los movimientos lentos y continuos aumentan la frecuencia cardíaca de manera suave pero efectiva, fortaleciendo el corazón y mejorando la circulación sanguínea. Aunque puede no ser suficiente para quienes buscan un entrenamiento cardiovascular más intenso, representa una excelente opción para aquellos que necesitan un ejercicio de bajo impacto.
La salud cognitiva también se beneficia significativamente de la práctica del Tai Chi. El doctor Samuel Nyman, del Departamento de Psicología de la Universidad de Winchester, señaló que “este ejercicio es bueno para la salud cognitiva porque retrasa el deterioro de la función ejecutiva”. Además, en comparación con otros tipos de ejercicio, el Tai Chi parece ofrecer una estrategia superior para reducir las caídas, gracias a sus beneficios sobre el funcionamiento cognitivo.
Un aspecto único del Tai Chi es su enfoque en la búsqueda de sensaciones corporales individuales, más que en seguir un manual universal exacto. Como explica Pedro Jesús Jiménez Martínez, profesor de Ciencias Sociales de la Actividad Física de la Universidad Politécnica de Madrid, uno de los retos para los nuevos practicantes es “renunciar a la búsqueda de un ‘manual’ universal exacto” y en su lugar, favorecer la búsqueda de posiciones cómodas y naturales que permitan sentirse relajado durante la práctica.
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En conclusión, el Tai Chi se presenta como una forma de ejercicio integral que combina beneficios físicos y mentales, accesible para una amplia gama de personas. Su capacidad para mejorar la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio, la salud cardiovascular y cognitiva lo convierte en una opción atractiva para quienes buscan una actividad que puedan mantener a lo largo de toda su vida, tal como sugiere la Universidad de Harvard.
Fuente: BBC.