En el corazón de Asunción, una trama digna de película salio a la luz. Un doctor genetista llamado Libero Antonio Oropallo, apodado “Doctor Pío”, operaba una clínica clandestina prometiendo nada menos que la “eterna juventud” y curas alternativas a enfermedades oncológicas.
El establecimiento, pomposamente bautizado como “Oropallo, Institute of Genétics and Pressure Medicine”, se ubicaba estratégicamente cerca de un conocido centro comercial. Desde allí, Oropallo tejía una red de mentiras que rayaba en lo absurdo.
El médico de Messi, Suárez y otros famosos
Entre sus afirmaciones más audaces, Oropallo aseguraba ser el médico de estrellas del fútbol como Lionel Messi y Luis Suárez. Sin embargo, el único médico italiano que trató a Messi, fue el experto en nutrición, Giuliano Poser, quien de paso negó conocer a Oropallo.
La investigación reveló un historial turbio. En Argentina, Oropallo se vio envuelto en una disputa legal por calumnias con el periodista Samuel “Chiche” Gelblung, quien tuvo que retractarse de comentarios sobre el supuesto médico.
Dudosos reconocimientos, títulos y estudios
La intervención de las autoridades sanitarias se produjo tras una denuncia ciudadana. Al llegar a la clínica, se encontraron con un escenario sospechoso: Oropallo brillaba por su ausencia, dejando solo a un supuesto secretario para enfrentar las preguntas.
Ofrecían tratamientos para la eterna juventud
El Ministerio de Salud intervino una clínica clandestina.
Un médico extranjero ofrecía tratamientos genéticos.
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El caso ha sido remitido a la asesoría jurídica del Ministerio de Salud. Se espera que se inicien acciones legales contra Oropallo por ejercicio ilegal de la medicina y fraude.
Médico dio su versión
Ante las acusaciones, Oropallo ha negado todo, insistiendo en que no atiende pacientes en Paraguay y reafirmando su vínculo con Messi. Declaraciones que contrastan fuertemente con la evidencia acumulada.
“Ni el Ministerio ni nadie puede impedir mi trabajo”, expresó. La única que atiende es una oncóloga que controló a unos pacientes venidos del exterior. Nunca se atendió un solo paciente paraguayo” expresó.
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Este caso sirve como una advertencia sobre los peligros de los tratamientos médicos no avalados. Se insta a la ciudadanía a verificar siempre las credenciales de los profesionales de la salud y a denunciar actividades sospechosas.
La “eterna juventud” prometida por Oropallo resultó ser tan efímera como sus credenciales. Un recordatorio de que en el campo de la salud, lo que parece demasiado bueno para ser verdad, generalmente no lo es.
Investigación hecha con fuentes de: ABC /Última Hora/El Nacional