El fiscal Silvio Corbeta ha revelado detalles sobre la investigación por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero en contra de Wilfrido Adrián Cáceres Flores, exjefe de gabinete municipal durante la administración del intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR, cartista). Según el fiscal, Cáceres y su esposa Ruth Jazmín Da Silva Almirón habrían invertido más de G. 5.500 millones en inmuebles y vehículos de lujo, con la participación de presuntas “testaferros”.
La imputación se ha ampliado para incluir a la asistente de Da Silva, Camila Ramírez Gómez, y a su madre, Elvira Gómez Ortiz de Ramírez, por su aparente participación en el ocultamiento de los bienes. Entre las propiedades adquiridas se encuentran una mansión tasada en G. 4.200 millones, equipamiento mobiliario por G. 520 millones, dos camionetas 0 km por G. 600 millones, y dos inmuebles en el interior del país, valorados en aproximadamente G. 200 millones. Además, falta incluir el valor de una gran casa de dos pisos ubicada en Ñemby.
El fiscal Corbeta destacó que, según un informe de la Contraloría, se determinó la ausencia de correspondencia de bienes y la falta de veracidad en las declaraciones juradas presentadas por los imputados. Estos bienes habrían sido ocultados intencionalmente para evitar que se evidencie la discrepancia entre los ingresos legales y la cantidad real de propiedades del matrimonio.
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Lo que llama la atención es que las inversiones más significativas se realizaron durante la pandemia de covid-19 y en los años posteriores, en plena crisis económica. La construcción de la mansión en San Lorenzo se llevó a cabo en medio de la pandemia, mientras que la edificación de la vivienda allanada en Ñemby se inició en 2022 y finalizó el año pasado.
Fuente: ABC Color
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