Diplomacia tensa: El tren de cercanías, en la cuerda floja

Un delicado escenario diplomático se ha suscitado entre Paraguay y Corea del Sur, poniendo en riesgo el ambicioso proyecto del tren de cercanías. Este incidente, que tiene sus raíces en la votación para la sede de la Expo 2030, ha llevado a una situación de estancamiento que solo podría ser resuelta al más alto nivel gubernamental.

El origen de la controversia se remonta a septiembre pasado, cuando el presidente Santiago Peña se reunió con su homólogo surcoreano, Yoon Suk-yeol, en el marco de la Asamblea General de la ONU. Según fuentes cercanas a las negociaciones, Peña habría comprometido el apoyo de Paraguay a la candidatura de Busan para la Expo 2030.

Sin embargo, en un giro inesperado, Paraguay optó por respaldar a Riad, capital de Arabia Saudita, en la votación final. Esta decisión, motivada por intereses estratégicos en el Golfo Pérsico, ha sido interpretada por Corea del Sur como un incumplimiento de la palabra dada, un acto que en la cultura oriental reviste suma gravedad.

Como consecuencia de este desencuentro diplomático, el proyecto del tren de cercanías, valorado en 550 millones de dólares, se encuentra actualmente en un estado de suspensión. La iniciativa, que promete beneficiar a 300.000 personas entre las ciudades de San Lorenzo y Fernando de la Mora, ha quedado en el limbo.

Fuentes de la Cancillería paraguaya han revelado que la situación solo podría desbloquearse mediante una intervención directa del presidente Peña. La sensibilidad del asunto impide que funcionarios de menor rango puedan sondear el estado del proyecto o iniciar negociaciones para su reactivación.

El impasse ha puesto de manifiesto las complejidades de la diplomacia internacional y las repercusiones que pueden tener decisiones aparentemente rutinarias en proyectos de gran envergadura. Lo que para Paraguay podría considerarse un simple cambio de postura, para Corea del Sur representa una transgresión significativa de los protocolos diplomáticos.

Mientras tanto, las autoridades de Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa) se preparan para reunirse con el ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, para analizar la inversión estimada. Sin embargo, sin una resolución del conflicto diplomático, estas discusiones podrían resultar infructuosas.

El proyecto, auspiciado por la Corporación de Desarrollo Urbano y de Infraestructura de Ultramar (KIND) de Corea del Sur, fue presentado inicialmente en 2017 durante el gobierno de Horacio Cartes. Tras años de parálisis, la administración Peña lo había reflotado, pero ahora se enfrenta a este inesperado obstáculo.

La situación actual subraya la importancia de la coherencia en las relaciones internacionales y el impacto que las decisiones diplomáticas pueden tener en proyectos de desarrollo cruciales para el país. La resolución de este conflicto podría marcar un precedente en la forma en que Paraguay maneja sus compromisos internacionales y sus prioridades de desarrollo interno.

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En última instancia, el futuro del tren de cercanías y, por extensión, la mejora de la infraestructura de transporte en Paraguay, dependerá de la habilidad del gobierno para navegar estas turbulentas aguas diplomáticas y reconciliar sus intereses estratégicos con sus compromisos internacionales.

Fuente: La Política Online

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