Julio Enciso y Francisco Calvo se disputan la pelota. Foto: ADAM DAVIS/EFE
La selección paraguaya de fútbol ha tocado fondo en la Copa América de Estados Unidos, cerrando su participación con una serie de derrotas que dejan al descubierto una crisis profunda en el balompié guaraní. El último revés contra Costa Rica (2-1) no solo selló una campaña desastrosa, sino que también plantea serias dudas sobre el futuro de la Albirroja en las próximas Eliminatorias Sudamericanas.
El desempeño del equipo dirigido por Daniel Garnero en el torneo continental ha sido, por decir lo menos, decepcionante. La falta de concentración, la ausencia de un planteamiento táctico sólido y la evidente carencia de liderazgo en el campo fueron factores determinantes en los resultados adversos contra Colombia, Brasil y, finalmente, Costa Rica.
El partido contra los ticos fue un fiel reflejo de los problemas que aquejan a la selección. En apenas seis minutos, Paraguay ya se encontraba dos goles abajo, evidenciando una fragilidad defensiva alarmante y una total falta de reacción ante la adversidad. Este inicio catastrófico puso de manifiesto las deficiencias estructurales que la Albirroja arrastra desde hace tiempo.
Las decisiones tácticas de Garnero, lejos de solucionar los problemas, parecieron agravarlos. Los cambios realizados en el segundo tiempo, si bien lograron un leve repunte con el gol de Ramón Sosa, no fueron suficientes para revertir una situación que ya se había tornado insostenible desde el pitazo inicial.
La actuación de figuras como Miguel Almirón y Adam Bareiro, sustituidos en el descanso, deja en evidencia la falta de liderazgo y la incapacidad para hacer frente a situaciones de presión. Este vacío de referentes en el campo es un reflejo directo de la crisis que vive el fútbol paraguayo a nivel institucional.
No se puede pasar por alto la responsabilidad de Robert Harrison, presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), en esta debacle. Su gestión ha sido ampliamente cuestionada, y los resultados en la Copa América no hacen más que confirmar las críticas sobre su capacidad para liderar el fútbol paraguayo hacia un rumbo de éxito y competitividad.
La pregunta que ahora se plantea es si Paraguay tiene posibilidades reales de clasificar al próximo Mundial. Con el nivel mostrado en la Copa América, las perspectivas son, cuanto menos, sombrías. Se requiere una restructuración profunda, tanto a nivel táctico como institucional, para que la Albirroja pueda competir de igual a igual con las potencias sudamericanas.
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El camino hacia las Eliminatorias Sudamericanas se presenta lleno de obstáculos para Paraguay. Sin un cambio radical en el enfoque, tanto dentro como fuera de la cancha, el sueño mundialista podría convertirse en una quimera inalcanzable para una generación de futbolistas que parece haber perdido el rumbo en el escenario internacional.
Fuente: D10
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