Imagen ilustrativa.
Los cauces fluviales de Paraguay se encuentran en una situación alarmante, con niveles que han descendido a mínimos históricos. Según declaraciones de un alto funcionario del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), los pronósticos para los próximos meses “parecen una película de terror”.
Patricio Ortega, titular de la Dirección Nacional de la Marina Mercante del MOPC, expresó su preocupación por las bajantes extremas que afectan tanto al río Paraguay como al Paraná. Los reportes de instituciones especializadas vaticinan un escenario desolador, llegando incluso a sugerir que “vamos a cruzar el río Paraguay caminando”.
La situación actual es particularmente crítica en el tramo norte del río Paraguay a su paso por Asunción, donde el nivel del agua se encuentra en un preocupante 0,33 m. Esta bajante extrema está generando graves complicaciones para la navegación fluvial.
Las embarcaciones que aún se atreven a surcar las menguadas aguas se ven obligadas a reducir drásticamente su capacidad de carga. Barcazas que normalmente transportarían 1.500 toneladas se ven forzadas a llevar apenas la mitad, manteniendo, sin embargo, los mismos costos logísticos, de combustible y de tripulación.
Ortega calificó la situación actual como una “alerta meteorológica”, pero advirtió que, de persistir las condiciones adversas, para octubre nos encontraríamos ante una “emergencia hidrológica”. Las interrupciones en la navegación ya son una realidad tangible en el norte de Asunción.
Las previsiones para agosto y octubre tampoco son halagüeñas, lo que augura un panorama sombrío para la navegabilidad de nuestros ríos. El impacto económico de esta crisis hídrica podría ser devastador, afectando el transporte de mercancías y el comercio fluvial.
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Urge tomar medidas de contingencia para mitigar los efectos de esta bajante histórica. Las autoridades competentes deben elaborar planes de acción inmediatos para garantizar, en la medida de lo posible, la continuidad de la navegación y minimizar los perjuicios a la economía nacional.
Nos encontramos ante una situación límite que requiere la atención y el compromiso de todos los sectores involucrados. Solo mediante una acción coordinada y decidida podremos hacer frente a este desafío sin precedentes que amenaza la vitalidad de nuestras arterias fluviales.
Fuente: ABC Color
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