La jueza Carmen Barrios, en un fallo contundente, ha denegado el recurso de amparo interpuesto por la Universidad Autónoma San Sebastián, ubicada en Ciudad del Este, en contra del Consejo Nacional de Educación Superior (Cones). El propósito de dicho recurso era obtener la habilitación para impartir la carrera de Medicina en la mencionada casa de estudios.
Esta decisión judicial se produce tras la revocación, en instancia de apelación, de una medida cautelar previamente dictada por la jueza Eresmilda Román Paiva, perteneciente al Juzgado Civil de Itakyry, según informaciones proporcionadas por Raúl Ramírez, periodista de Última Hora.
Cabe destacar que la solicitud para habilitar la carrera de Medicina fue presentada inicialmente ante el Cones en el año 2017 por parte de la universidad privada. Las autoridades de la institución académica afirmaron en su momento que, luego de realizar los ajustes pertinentes, contaban con todos los requisitos necesarios para dar inicio a la carrera en el presente año 2023.
Sin embargo, este no es el primer revés que enfrenta la Universidad Autónoma San Sebastián en materia de acreditación académica. En el 2017, el Cones procedió a la clausura de un total de 28 carreras de grado y programas de postgrado en todas las sedes de la universidad, debido a deficiencias en las condiciones de infraestructura.
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La polémica en torno a la habilitación de la carrera de Medicina en esta universidad privada se enmarca en un contexto más amplio, caracterizado por la creciente mercantilización de la educación médica en Paraguay. Según Jorge Rodas, presidente del Círculo Paraguayo de Médicos, este fenómeno se ve impulsado por la llegada masiva de jóvenes brasileños al país, quienes buscan formarse como médicos aprovechando los bajos costos en comparación con su nación de origen.
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El fallo de la jueza Carmen Barrios sienta un importante precedente en la lucha por garantizar la calidad educativa y el cumplimiento de los estándares establecidos por el Cones. La decisión judicial reafirma la importancia de velar por una formación médica sólida y acorde a las exigencias del sistema de salud paraguayo.
Resta aguardar las repercusiones que esta sentencia tendrá en el ámbito académico y en el debate público sobre la regulación de las carreras universitarias en Paraguay. La sociedad demanda profesionales de la salud altamente capacitados, y es deber de las instituciones educativas y de los organismos reguladores asegurar que se cumplan las condiciones necesarias para alcanzar ese objetivo.
Fuente: Última Hora
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